Actualmente la enfermería está creciendo a pasos agigantados , con una tendencia a la autonomía y a la práctica basada en la evidencia. Uno de estos campos en el que somos pioneros es el mundo de las heridas. Cada día vemos más pacientes en nuestras consultas con lesiones complejas, lo que constituye un problema en auge, ya que el crecimiento y envejecimiento de la población provoca un aumento de la prevalencia de este tipo de lesiones. Esto constituye un importante problema de salud, ya que suponen un elevado coste, tanto directo (recursos humanos y materiales), como indirecto (pérdida de calidad de vida de los pacientes y de las familias).
¿QUÉ ES UNA HERIDA CRÓNICA?
Vamos a empezar definiendo que es una herida crónica. Este término se utiliza para englobar a un grupo de heridas que se caracterizan por unos elevados tiempos de cicatrización (en ciertas bibliografías se recogen 6 semanas). Algunas lesiones que se incluyen en este grupo son: lesiones relacionadas con la dependencia o las lesiones de extremidad inferior.
¿CÓMO ABORDAR UNA HERIDA CRÓNICA?
Empezaríamos con la aplicación del método científico al que estamos habituados a trabajar en nuestra práctica asistencial: El Proceso de atención de Enfermería (PAE). Durante todo este proceso debemos considerar los factores que pueden influir en la cicatrización de la lesión y plantear los objetivos e intervenciones que se van a llevar a cabo de una forma individualizada, adaptándolo a las circunstancias del paciente.
- Valoración. Inicialmente recogeremos los datos que afectan al individuo. El objetivo es definir la realidad del paciente de forma holística. Podemos utilizar escalas de valoración validadas y fiables que nos ayuden a monitorizar la situación del paciente desde parámetros subjetivos, como es el dolor, hasta parámetros más cuantitativos como es el estado nutricional del paciente.
- Diagnóstico enfermero. Tras la recogida de datos y su interpretación, definiremos los diagnósticos detectados. De esta manera evitaremos la variabilidad y facilitaremos el trabajo en el equipo.
- Planificación. Consensuaremos con el paciente y familia el plan de cuidados a llevar a cabo. En esta etapa es muy importante tener en cuenta la educación del paciente y familia , ya que esto supone un punto clave en el éxito del proceso.
- Intervención. durante este proceso debemos fomentar el autocuidado y facilitar la comunicación. También es importante planificar y consensuar objetivos medibles y realistas. Un punto a destacar en el abordaje de estos pacientes es la educación sanitaria y la prevención, evitando de esta manera la cronificación.
- Evaluación. Finalmente llevaríamos a cabo el registro y la comprobación de que hemos conseguido el objetivo.
Existen instrumentos que nos pueden ayudar a la gestión del proceso de cicatrización. Uno de ellos es el acrónimo DOMINATE. Esta herramienta fue presentada en el 2014 por el Dr Steven S. Gale en el Simposio Pro-Medica de Ohío. Bajo este acrónimo se describen de forma sencilla todos los parámetros que se deben considerar en el proceso de cicatrización.
Tenemos clarísimo qué debemos hacer, pero… ¿Sabemos lo que no tenemos que hacer?
En muchas ocasiones el abordaje de este tipo de pacientes y lesiones conlleva una gran variabilidad clínica. Debemos conducir nuestra práctica clínica hacia la enfermería basada en la evidencia, desechando técnicas incorrectas que ponen en riesgo la seguridad del paciente y empeoran la evolución de la herida. Esto constituye un derecho del paciente y un deber a cumplir por parte de los profesionales: el principio de NO MALEFICIENCIA. Este principio formulado por Beauchamp y Childress fue ya propuesto mucho tiempo antes. En el siglo V a.C ya Hipócrates formuló su famosa frase de: Primum Non Nocere. La traducción literal es: primero no hacer daño. Y no solo lo dijo él, actualmente está recogido en el código deontológico enfermero, en las leyes que regimos nuestra práctica profesional, en el código ético personal…
Basándonos en la última evidencia científica y centrándonos en el principio de No maleficencia hemos elaborado la siguiente infografía. En este documento hemos recogido las últimas recomendaciones sobre “qué no hacer” en heridas crónicas, publicadas en el documento Técnico nº XIV de la GNEAUPP . Esta publicación recoge diferentes recomendaciones que las clasifica según su fuerza de recomendación: Alta, Moderada y Baja.
Anteriormente ya hemos publicado una entrada para daros a conocer este documento de Recomendaciones basadas en la evidencia sobre “Qué no hacer en heridas crónicas” . En esta publicación encontrareis más información sobre este documento.
También podéis acceder a la página de GNEAUPP para encontrar este y otros muchos recursos que nos ayuden a basar nuestra practica en la última evidencia científica.
Deseamos que esta infografía sea un recurso que nos ayude a no olvidar qué no se debe hacer. El objetivo principal de esta publicación es alcanzar la difusión del conocimiento enfermero basado en la evidencia científica, consiguiendo aumentar la seguridad de nuestros paciente y la calidad de los cuidados que ofrecemos.


Puedes descargar la infografía en PDF para imprimir aquí
Bibliografía
García-Fernández, FP; Soldevilla-Ágreda, JJ; Pancorbo-Hidalgo, PL; Verdú Soriano, J; López-Casanova, P; Rodríguez-Palma, M. Qué no hacer en heridas crónicas Recomendaciones basadas en la evidencia. Serie Documentos Técnicos GNEAUPP nº XIV. Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en úlceras por Presión y Heridas Cónicas. Logroño. 2018
Díaz Valenzuela A, Cabezas Prieto EM. El acrónimo “DOMINATE” como instrumento necesario en el tratamiento de un paciente con una úlcera venosa. Rev. enferm. vasc. [Internet]. 15 de enero de 2020 [citado 14 de febrero de 2022];3(5):26-1. Disponible en: https://www.revistaevascular.es/index.php/revistaenfermeriavascular/article/view/74
Fecha de última modificación: 03/04/2022