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Actualización del Paciente Pluripatológico Crónico Complejo en tiempos de COVID

Como ya sabemos, la situación epidemiológica actual ha cambiado la forma de trabajar desde Atención Primaria. De esta manera, el diagnóstico precoz, la vigilancia epidemiológica y el control de casos y contactos COVID se han añadido a las funciones propias del primer nivel de asistencia a la población.

Sin embargo debemos tener en cuenta que a la morbi-mortalidad generada por la COVID-19, se suma el aumento de la morbi-mortalidad por patologías previamente prevalentes entre otras causas por la disminución de las consultas de atención, control y revisión de las mismas.

Con la finalidad de retomar y recuperar estas actividades propias de Atención Primaria, esta semana se ha presentado una acción divulgativa llamada «Cartera de Servicios en AP en tiempos de COVID». A través de distintas infografías, se hará un recordatorio de los principales servicios que ofrece nuestra Cartera.

Se ha decidido empezar con las personas con Pluripatología Crónica Compleja (PCC). Esta estrategia se ha dividido en los siguientes pasos:

  • Identificación de pacientes a incluir en el proceso: A los pacientes clasificados como G3 en Medora ,se les abrirá automáticamente de forma provisional el proceso clínico de pluripatología compleja. En el plazo de 2 meses, los profesionales deberán validar el proceso según los los criterios que aparecen a continuación. Si transcurridos los dos meses no se ha borrado, pasará a ser definivo, teninedo la posibilidad de borrarlo en cualquier momento. Además los profesionales deberán incorporar también a los pacientes que encuentren que cumplen los criteiros de inclusión aunque el programa informático no los haya reconocido.

Los criterios de inclusión son por una parte, que el paciente tenga enfermedades de al menos 2 de las siguientes categorías:

Y además al menos uno de los siguientes criterios de complejidad sociosanitarios:

  • Acogida en el programa: Una vez identificados los pacientes, el equipo de AP deberá explicar en qué consiste esta nueva atención y a ser posible dar la información también de forma escrita. Además se actualizarán datos como el número de teléfono, el domicilio, persona cuidadora, apoyos con los que cuenta…
  • Valoración integral : Debe realizarse de forma multidisciplinar entre el personal médico, enfermero y trabajadores sociales del centro. Además de una anamnesis y exploración física, deberá pasarse la escala Barthel en todos los pacientes y otras escalas complementarias en caso de considerarse necesario. Todas estas escalas y valoraciones pueden cumplimentarse a través de las guías asistenciales de Medora en el apartado «Pluripatología compleja». Las áreas que debemos evaluar son:

Valoración clínica: Exploración física. Algunas escalas complementarias que se pueden utilizar son: MNA (Si sospecha de desnutrición), EVA (Si dolor), Dowton o Levántate y anda.

Valoración funcional: Escala de Barthel para las ABVD y si esta es mayor de 90, el cuestionario VIDA para las AIVD

Valoración cognitiva: Si se sospecha deterioro cognitivo se pueden usar el Mini examen cognoscitivo de Lobo MEC o el PFEIFFER (en pacientes mayores de 65 años)

Valoración emocional: Valorar la presencia de síntomas de depresión o ansiedad, el estado emocional y la calidad de vida. Se usará la escala de calidad de vida COOP-WONCA y si se detectan síntomas afectivos, el cuestionario GAD-7 de ansiedad, la escala PHO-9 o la escala Yesavage abreviada en mayores de 65 años.

Valoración social: Realizada por el trabajador social para identificar la situación sociofamiliar y económica que condicionarán la evolución de la situación del paciente y afectan a su calidad de vida. Algunas escalas complementarias son la escala de Gijón o el cuestionario MOS de apoyo social.

Valoración de preferencias y valores: Es importante conocerlas antes de instaurar cualquier planterapéutico. En este apartado se incluye la planificación anticipada de decisiones e Instrucciones Previas.

Valoración de la persona cuidadora: Identificar tanto al cuidador principal como a los cuidadores secundarios. Puede utilizarse la escala Zarit para valorar el riesgo de sobrecarga del cuidador principal

Imagen obtenida en freepik
  • Elaboración y actualización del plan de intervención : Tras la valoración, se establecerán y priorizarán las intervenciones a seguir en el tratamiento y seguimiento del paciente, incluyendo el plan de cuidados de enfermería.

  • Educación al paciente y la familia en los cuidados para facilitar su participación y adherencia al plan de intervención y saber detectar de forma precoz posibles descompensaciones

  • Seguimiento telefónico/presencial de síntomas y factores de riesgo de descompensación. Debe realizarse como mínimo cada 2 meses

  • Evaluación programada del plan de actuación: Se aconseja su realización al menos cada 2 meses por la enfermera y cada 6 meses por el equipo de AP. Al menos una vez al año se debería hacer el seguimiento en el domicilio del paciente excepto en personas dependientes, que será dos veces al año.

Finalmente después de la identificación, acogida, valoración y establecimiento del plan de acción multidisciplinar, debemos prestar atención a necesidades de derivación e interconsulta que puedan ser pertinentes para mejorar los cuidados y la calidad de vida del paciente. Entre otras actividades, podemos encontrarnos con interconsultas y derivaciones a la UCA para valoraciones o tratamientos en hospital de día, necesidad de distintas intervenciones y dispositivos de atención social en coordinación con los trabajadores sociales del centro o trabajo en coordinación con los servicios de cuidados paliativos.

Podéis encontrar más información sobre este servicio de la Cartera en la ficha del proceso de Atención a la Persona con Pluripatología Crónica Compleja y un resumen sobre las intervenciones enfermeras y su periodicidad en el siguiente documento.

Fecha de última modificación: 03/04/2022

Actualidad

Nueva Cartera de Servicios de Atención Primaria en Castilla y León

La primera Cartera de Servicios de Atención Primaria se publicó en los inicios de los años 90 por el INSALUD. Posteriormente, cada Comunidad Autónoma fue desarrollando su propia Cartera de Servicios.

En Castilla y León, la primera edición de la Cartera de Servicios de Atención Primaria se publicó en el año 2003, y desde entonces ha ido actualizándose periódicamente con el fin de adaptarse a los cambios en las necesidades de salud de la población y de los profesionales, teniendo en cuenta criterios de prevalencia, política sanitaria y recomendaciones de sociedades científicas.

¿Qué es la Cartera de Servicios?

La Cartera de Servicios no es únicamente un catálogo de servicios, sino que constituye una herramienta de ayuda y de apoyo para profesionales, de evaluación y mejora de la calidad asistencial, que recoge las actuaciones prioritarias y relevantes, definidas y desarrolladas en procesos asistenciales, guías clínicas y programas de salud, con el fin de homogeneizar la asistencia sanitaria.

Estas actuaciones contribuyen a organizar la asistencia y el trabajo colaborativo entre profesionales, niveles asistenciales e instituciones.

Puedes consultar la nueva Cartera de Servicios de Atención Primaria través del Portal de Salud de Sacyl o consultarla en pdf pulsando aquí.

Cartera de Servicios de Atención Primaria de Sacyl – 2019

Novedades de la actualización 2019

La anterior Cartera de Servicios fue publicada en el año 2011, y durante años años 2017 y 2019 ha sido revisada y actualizada. Este mismo año se ha publicado la nueva actualización con las siguientes novedades:

Nuevos servicios

La nueva Cartera de Servicios se compone de 48 servicios, de los cuales 14 son de nueva elaboración, además se ha realizado el cambio de nombre de alguno de los servicios contenidos en la Cartera. Los 14 servicios creados en esta nueva cartera de servicios son:

  1. Valoración del riesgo cardiovascular.
  2. Prevención y detección de del cáncer de colon.
  3. Atención al sobrepeso y obesidad infantil.
  4. Detección precoz y abordaje integral de víctimas de maltrato intrafamiliar en la infancia y adolescencia.
  5. Atención a la persona con trastorno por déficit de atención e hiperactividad.
  6. Atención a la persona con insuficiencia cardiaca crónica.
  7. Atención a la persona con tratamiento anticoagulante.
  8. Atención a la persona con enfermedad renal crónica.
  9. Atención a la persona con pluripatología crónica compleja.
  10. Atención a la persona con dolor crónico.
  11. Atención a la persona con ansiedad.
  12. Atención a la persona con depresión.
  13. Ecografía clínica.
  14. Intervenciones comunitarias.

Redistribución de su estructura

Se ha realizado una redistribución de los bloques que conforman la Cartera de Servicios. La anterior Cartera estaba constituida por 4 bloques, entre los que se encontraban: servicios del niño y joven, servicios de la mujer, servicios del adulto, servicios a la población general.

La nueva consta de 4 bloques distribuidos de la siguiente manera:

  1. Actividades de prevención y promoción de la salud individual y familiar: conteniendo en este bloque apartados específicos para la atención en promoción y prevención en la infancia, adolescencia y juventud, atención en promoción y prevención específica a la mujer, y atención en promoción y prevención a la persona adulta y personas mayores.
  2. Atención a los problemas de salud prevalentes: con apartados específicos en atención a la infancia y adolescencia, atención a los problemas de salud prevalentes en la mujer, y atención al adulto y personas mayores.
  3. Servicios complementarios de atención: fisioterapia, cirugía menor y ecografía clínica.
  4. Actividades de promoción de la salud de abordaje grupal y comunitario: educación para la salud en centros educativos, educación para la salud en grupos e intervenciones comunitarias.

Salud mental

Se muestran de manera más visible aspectos relacionados con la salud mental. No solo se centra en la atención de los procesos más prevalentes, sino también en el ámbito de la prevención, valorando las preferencias, valores y capacidades de las personas.

Perspectiva de equidad y de género

La nueva Cartera ha sido elaborada teniendo en cuenta la perspectiva de equidad y de género.

La perspectiva de equidad atiende a las necesidades específicas de las personas y grupos de población para que puedan acceder a los servicios que precisen. Mientras que la perspectiva de género tiene en cuenta los diferentes condicionantes que afectan de manera diferente a la salud de los distintos géneros.

Reorientación de la atención comunitaria

También se describe la necesidad de recuperar la atención comunitaria como un pilar básico de la Atención Primaria, abordando cuestiones como la participación comunitaria y la implicación activa de las personas familias y comunidades en la salud.

No solo es necesario poner atención en la educación para la salud de manera individual, sino también en el abordaje grupal y comunitario.

Mayor atención a la infancia, adolescencia y joven

Se ha puesto mayor énfasis en la atención de este grupo, por el impacto que pueden tener las alteraciones adquiridas en esta etapa en el posterior desarrollo de la persona.

«No hacer»

Se han tenido en cuenta las recomendaciones del proyecto «Compromiso por la Calidad de las Sociedades Científicas en España», con el fin disminuir intervenciones sanitarias innecesarias.


Referencias bibliográficas:

  • Sacyl – Junta de Castilla y León. Cartera de Servicios de Atención Primaria. Castilla y León. 2019.
  • Instituto de Información Sanitaria – Ministerio de Sanidad y Política Social. Cartera de Servicios de Atención Primaria: desarrollo, organización, usos y contenido. 2010.
  • Real Decreto 1030/2006, de 15 de septiembre, por el que se establece la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud y el procedimiento para su actualización.

Fecha de última modificación: 29/11/2019