Cómo ya sabemos, la dieta es un aspecto fundamental para llevar a cabo una vida saludable en nuestros días. Sin una dieta variada y equilibrada las posibilidades de sufrir una enfermedad crónica a medida que avanzan los años es mayor. Del mismo modo, es de vital importancia seguir una dieta adecuada en las patologías propias de cada paciente para evitar empeoramientos de la misma.
La dieta varía en cada caso dependiendo de la patología que se padece.En este caso nos vamos a centrar en las dietas a seguir por los pacientes que poseen enfermedades digestivas. Algunas de las recomendaciones mas apropiadas a seguir en estas patologías, son las siguientes:

- Dieta para úlcera péptica y gastritis:
En este proceso es importante evitar alimentos que estimulen la secreción gástrica entre los que se encuentran los siguientes:
- Café, descafeinado, alcohol, etc.
- Condimentos picantes y salados.
- Caldos y extractos de carnes.
También hay que evitar irritantes físicos y químicos:
- Vegetales crudos, pan integral, frituras, embutidos, etc.
En las reagudizaciones es pertinente llevar a cabo una dieta absoluta durante los tres primeros días, para posteriormente iniciar una dieta progresiva evitando los alimentos mencionados.
Por el contrario, la dieta más apropiada para los pacientes con úlceras pépticas sería la llamada dieta ovolactofarinácea, que consta de alimentos como:
- Huevos
- Cereales
- Purés de patatas
- Productos lácteos
- Dieta para el reflujo gastroesofágico
Partiendo de la base de que el reflujo gastroesofágico es la regurgitación del contenido del estómago hacia el esófago debido a la incompetencia del cardias, la dieta en este caso seguiría las siguientes recomendaciones:
- Consumir alimentos que aumenten la presión del esfínter esofágico inferior y evitar los alimentos que reducen la presión del EEI.
- Aumentan la presión del EEI: carnes magras, pescados blancos, alimentos poco ácidos como el arroz, las patatas, el pan, etc. y fármacos como los procinéticos y los antiácidos.
- Disminuyen la presión del EEI: alimentos como el café, la menta , el chocolate, el té, jugos ácidos como la naranja o el tomate, etc. También, el tabaco, el alcohol y fármacos como los dopaminérgicos y la progesterona.
- Aumentar la frecuencia en la ingesta, evitar comidas copiosas, bebidas con gas y evitar beber mucho líquido en las comidas.
- Evitar tumbarte después de haber comido, siendo más aconsejable estar sentado durante los minutos posteriores a la ingesta.
- Evitar situaciones que favorezcan la presión intraabdominal, principalmente tras la ingesta.
- Dieta para la diarrea
Se basa en una dieta pobre en residuos y estimulantes gastrocólicos como el café, el chocolate, el tabaco, la lactosa, etc.
Se hace en diferentes fases de manera escalonada:
- Fase 1: dependiendo de la gravedad se puede realizar ayuno hasta de 24 horas o bien iniciar la dieta con líquidos, como agua de zanahoria o de arroz, limonada natural, etc.
- Fase 2: entre dos y tres días. Se basa en alimentos blandos como sémola de arroz, puré de patatas, pan tostado, plátano maduro, etc.
- Fase 3: se introducen alimentos proteicos como la carne y el pescado blanco cocinados de manera saludable.
- Fase 4: se añaden los purés de verduras de fácil digestión como la calabaza y el calabacín. También se pueden añadir frutas maduras como el plátano y la pera.
- Dieta para el estreñimiento:
Se basa en la dieta rica en residuos(fibra).
Algunas de las recomendaciones más importantes en esta dieta son:
- Consumir entre 25 y 30 g de fibra diaria, mayoritariamente de frutas y verduras.
- Incrementar la ingesta diaria de agua y el consumo de alimentos ricos en agua(verduras, zumos, caldos, etc.)
- Evitar alimentos astringentes como la patata, el membrillo y el arroz blanco.
- Tomar alimentos prebióticos y probióticos para mantener saludable la flora intestinal.
- Dieta para la intolerancia a la lactosa:
Las recomendaciones en esta dieta se basan en:
- Evitar en la medida posible los lácteos que produzcan más síntomas.
- Aportar suficiente calcio y proteínas lácteas que no produzcan síntomas.
- No suprimir los quesos curados ya que poseen poca cantidad de lactosa.
- El yogur en pequeñas cantidades es un alimento que se puede introducir poco a poco en el tiempo ya que tiene cantidades de lactosa pequeñas al ser transformada la misma en ácido láctico.
- Utilizar alternativas a los lácteos como las leches vegetales de avena, almendra, avellana, etc.
- Dieta para la celiaquía:
Se basa fundamentalmente en la exclusión total del gluten en la dieta de forma permanente. El gluten se encuentra en cereales como el trigo, la avena, la cebada, el centeno, la espelta, etc.
Sin embargo cereales como el arroz, el maíz, la quinoa y el mijo si están permitidos ya que están libres de gluten.

Por tanto, teniendo en cuenta la relevancia de seguir una adecuada estrategia nutricional en cada proceso, es importante realizar un llamamiento general a la población y recordar que “somos lo que comemos”, por tanto, para llevar una vida sana a lo largo de nuestra vida no podemos dejar de lado NUNCA la dieta sana y equilibrada, independientemente de si tenemos o no patologías de base.
Igualmente decir que estos son solo algunos de los numerosos ejemplos de estrategias a seguir en cada patología. Desde el blog, se os anima a que sigáis visitándolo para seguir conociendo mas recomendaciones en futuras publicaciones.

Fecha de última modificación: 11/03/2021