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Insomnio. Cómo Combatirlo

1. ¿Qué es?

El insomnio es un trastorno del sueño común que consiste en la dificultad para conciliar el sueño (quedarse dormido), mantenerlo, o dormir las horas necesarias  para descansar adecuadamente.

El insomnio no solo puede minar tu energía y estado de ánimo, sino que también puede afectar tu salud, desempeño laboral y calidad de vida.

Cuántas horas de sueño son suficientes es algo que varía según la persona, pero la mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 8 horas por noche.

En la actualidad, el acelerado ritmo de vida, el estrés o los problemas económicos hacen que el número de personas que sufren insomnio crezca cada vez más.

Se trata de un problema muy habitual entre la población, siendo más frecuente en mujeres, ancianos y personas con problemas psicológicos como ansiedad y depresión. En la actualidad, uno de cada cinco españoles padece insomnio transitorio, según la Sociedad Española de Sueño (SES).

2. Causas

-Las causa más frecuente son las alteraciones emocionales (situaciones que se acompañan de intensa ansiedad, preocupación, tensión psíquica, angustia, miedo o tristeza) El insomnios en estos casos tiende a cronificarse.

-Enfermedades o problemas físicos que pueden perjudicar el sueño por no permitir la relajación previa al momento de dormirse, por interrumpir el sueño durante la noche, producir dolor o sensaciones molestas como picores, escozor, etc. Aquí se incluyen también las enfermedades psiquiátricas (ansiedad, depresión, esquizofrenia, etc.).

Factores ambientales que influyen de modo negativo sobre el sueño: malos hábitos de sueño, uso de medicamentos, trabajo por turnos o viajes frecuentes.

-Además, hay insomnios relacionados con la toma de sustancias. Los estimulantes (café, refrescos de cola, chocolate, etc.) tomados por la tarde-noche pueden producir insomnio de conciliación. El alcohol produce alteraciones del sueño con insomnio de mantenimiento (frecuentes despertares) y sueño superficial.

Y el abuso de drogas puede provocar insomnio también como efecto de la abstinencia de esas sustancias.

3. Tipos

Según duración:

Insomnio transitorio: dura menos de 1 semana. Es el más frecuente entre la población, ya que lo padece uno de cada cinco españoles. Asociado a periodos de estrés

Insomnio de corta duración o agudo: dura de 1 a 4 semanas

Insomnio crónico (cuando persiste durante meses e incluso años).

Si lo clasificamos en base al momento del sueño que más se afecta, lo podemos clasificar en:

-Insomnio de conciliación: Cuando aparece dificultad en el inicio del sueño (aumento de la latencia del sueño). Se considera normal una latencia del sueño inferior a 20 minutos en población infantil y adultos jóvenes, e inferior a 30 minutos para adultos de mediana edad o personas mayores.

-Insomnio de mantenimiento: Cuando aparece la dificultad para mantener el sueño a lo largo de la noche, ya sea por la presencia de despertares frecuentes, como por la imposibilidad de conciliar el sueño tras un despertar. En ambos casos se altera la arquitectura del sueño y disminuye mucho el porcentaje de sueño profundo.

-Insomnio de despertar precoz: Cuando el sujeto se despierta antes de la hora esperada. Cabe señalar que hay personas que tienen por costumbre madrugar mucho y se levantan por la mañana sin despertador. Si no sienten cansancio por el día o presentan alguna repercusión durante la vigilia de haber dormido poco, por lo general, no debe tratarse esta condición.

-Insomnio mixto: Cuando aparecen conjuntamente dos de los tres tipos de insomnio enunciados en los puntos anteriores. -Insomnio global: Cuando se altera el sueño por completo y aparecen los tres tipos de insomnio iniciales. Normalmente, se suele expresar de forma que el paciente no logra dormirse al inicio de la noche y tarda mucho en conciliar, se despierta a las pocas horas y no volver a dormirse en toda la noche. Se trata del insomnio más grave porque el número de horas dormidas suele ser muy insuficiente.

4. Efectos del insomnio

-Agotamiento y malestar general                

-Angustia, depresión e irritabilidad.

-Cambios de humor.             

-Disminución de la atención.

-Deterioro de la respuesta motora.             

-Empeoramiento de la memoria.

-Retraso en la capacidad de reacción ante estímulos.

-Disminución de la capacidad de toma de decisiones.

-Posibilidad de desarrollo de cambios sensoriales como la reducción del campo visual o la ralentización del habla.

-Deterioro de determinadas funciones cerebrales, como la flexibilidad y la originalidad de pensamiento o perspicacia.

-Disminución de la concentración.

5. Tratamiento

Existen 2 grandes tipos de tratamiento, el farmacológico y el no farmacológico.

En cuanto al farmacológico:

Hoy en día hay una gran variedad de medicamentos para tratar los diferentes tipos de insomnios (sedantes, hipnóticos, antidepresivos). Como premisa general se debe identificar las causas que provocan el insomnio y seleccionar las drogas más apropiadas. En cualquier caso, el tiempo de tratamiento es limitado para evitar la aparición de efectos secundarios Se debe evitar tomar “pastillas para dormir” sin hacer previamente un correcto diagnóstico de los factores que favorecen el insomnio.

Dado que muchas enfermedades pueden causar insomnio (problemas respiratorios, cardiológicos, enfermedades reumáticas, trastornos digestivos, apneas del sueño, trastornos hormonales, etc.), el tratamiento en estos casos va dirigido a mejorar estas dolencias y por ende la queja de insomnio.

En cuanto al tratamiento no farmacológico:

Se fundamenta en 4 bloques.

A. Higiene del sueño

-Evitar excitantes como el café, té, refrescos de cola y bebidas energéticas, sobre todo después de las 16 h.

-Evitar el consumo de alcohol.

-Tener rutinas: mantener el mismo horario todos los días para levantarse, acostarse, desayunar, comer y cenar, incluyendo los fines de semana.

-Evitar las siestas largas: deben ser de máximo 15-20 minutos.

-Ejercitarse a diario, evitando las últimas horas del día para no acostarse con las pulsaciones elevadas.

-Crear unas condiciones óptimas para el sueño. Ir a la cama solo cuando se tenga sueño. Condiciones del dormitorio óptimas: silencio, oscuridad, temperatura agradable (20 °C), suficientemente ventilada, humedad relativa confortable. Evitar usar el móvil en la cama. Usar colchón firme y almohadas cómodas.

-Crea un ritual que te relaje antes de dormir, como un baño tibio, leer o escuchar música suave.

-En caso de no conciliar el sueño:

            .Evitar mirar el reloj para no ponerse nerviosos

 .Levantarse de la cama y hacer una actividad relajante. No volver a la   cama hasta que se tenga sueño

B. Ejercicios de relajación y mindfulness

Estos ejercicios suponen una facilitación de la transición de la vigilia al sueño.

C. Terapia cognitiva

Las técnicas cognitivas en el insomnio intentan mostrar al paciente los pensamientos y creencias erróneas que surgen en torno al insomnio, que incrementan su preocupación y ansiedad.

El profesional ayuda al paciente con insomnio a identificar sus creencias erróneas que generan ansiedad para, posteriormente, ayudarle a reestructurar esas creencias con interpretaciones alternativas que reducen la ansiedad generada. Todo ello lleva a tranquilizar al paciente por el día, que creía que no iba a mejorar ni a volver a dormir nunca bien y, por tanto, le facilita el sueño las siguientes noches.

D. Técnica de restricción del sueño

Esta técnica consiste en limitar el tiempo que pasa en la cama cada noche la persona que sufre insomnio. Tiene por objetivo aumentar lo que llamamos presión del sueño, que consiste en el tiempo que una persona lleva despierta y el cansancio que lleva acumulado a lo largo del día.  El terapeuta recomienda al paciente mantener relativamente constante el número de horas que pasa en la cama haya dormido bien o mal.

Esta técnica requiere una colaboración activa por parte del paciente, ya que su instinto le va a pedir seguir más horas en la cama de las que su terapeuta le recomiende. Es posible que se sienta privado de sueño unos días, pero después podrá recuperar su patrón normal de sueño reparador.

En conclusión, el insomnio es un problema frecuente en la sociedad, con un gran número de efectos nocivos sobre la salud tanto física como psicológica del individuo.

No obstante, existen una serie de medidas que se pueden llevar a cabo para mantener el insomnio a raya y poder disfrutar de un sueño adecuado, y se resumen en

-Acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días, incluyendo los fines de semana.

-Haz actividad física. La actividad regular promueve dormir mejor.

-Revisa tus medicamentos para ver si pueden contribuir al insomnio.

-Evita o limita las siestas.

-Evita o limita la cafeína y el alcohol, y no consumas nicotina; así como las comidas y bebidas abundantes antes de acostarte.

-Haz que tu dormitorio sea un lugar cómodo, y úsalo solamente para dormir o para tener relaciones sexuales.

Bibliografía

https://www.iis.es/causas-problemas-combatir-el-insomnio-tratamiento-sintomas/

https://muysaludable.sanitas.es/salud/insomnio-consejos-para-combatirlo/

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/insomnia/symptoms-causes/syc-20355167

https://medlineplus.gov/spanish/insomnia.html

https://psicologiaymente.com/meditacion/que-es-mindfulness

https://www.mindfulness-salud.org/mindfulness/que-es-mindfulness/

https://www.neurofisiologiaclinica.es/estudios-de-sueno

https://cinfasalud.cinfa.com/p/insomnio/

Fecha de última modificación: 28/04/2021

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Exploración del pie diabético

Para la OMS, el pie diabético se define como la presencia de ulceración, infección y/o gangrena del pie asociada a la neuropatía diabética y diferentes grados de enfermedad vascular periférica, resultados de la interacción compleja de diferentes factores inducidos por una hiperglicemia mantenida.

Las lesiones en el pie constituyen una de las mayores causas de morbilidad e incapacidad en las personas con diabetes y representan la causa más frecuente de ingreso hospitalario en dicho grupo

Entre el 40 y el 70% de las amputaciones de miembros inferiores ocurren en la población diabética, y hasta en el 85% de los casos el factor desencadenante es la úlcera, asociada a infección y gangrena.

Síntomas del pie diabético:

  • Sensación de hormigueo y entumecimiento: el paciente nota como si le clavaran alfileres o agujas.
  • Dolor o ardor, piel brillante y lisa en los pies.
  • Pérdida de vello en la zona de piernas y pies, falta de sudoración en los pies.
  • Heridas o llagas que no curan

Para hacer una correcta valoración del pie tenemos que hacer una anamnesis del paciente: historia de la diabetes, control glucémico (mayor riesgo, si HbA1c > 9 % y de forma prolongada), presencia de síntomas vasculares (claudicación intermitente, dolor en reposo y/o nocturno) o neuropatías (parestesias, entumecimiento, quemazón o dolor con exacerbación nocturna que mejora al caminar), presencia de otras comorbilidades como la nefropatía o la retinopatía, antecedentes de otras úlceras o amputación, otros factores de riesgo como el tabaquismo, HTA.

Después pasaríamos a una exploración física del pie:

  • Higiene, color, temperatura, edema, micosis interdigital, sequedad cutánea, grietas o fisuras.
  • Inspección de las uñas: tipo de corte, onicomicosis, uñas incarnadas, alteraciones ungueales.
  • Valoración de las deformidades del pie: dedos en garra, en martillo, hallux valgus y prominencias cabezas metatarsales. Artropatía de Charcot

A continuación, exploraremos la sensibilidad superficial y profunda:

  • Sensibilidad táctil: se explora con un algodón o un pincel. Se aplica en el dorso y en el lateral del pie. Debemos pasar de forma suave el pincel o algodón por el lateral y dorso del pie. El paciente debe notar que el estamos tocando.
  • Sensibilidad dolorosa: Se realiza con un objeto con punta metálica no punzante. Se realizará en el dorso del pue y en la planta.
  • Sensibilidad térmica: Se realiza con una barra térmica, compuesta por una base metaliza adherida a una barra de PVC para conseguir dos temperaturas claramente diferenciadas. También se puede realizar con dos tubos de cristal con agua a distinta temperatura. Se aplica en el lateral o en la planta del pie. El paciente deberá indicarnos si al aplicar un tubo u otro es capaz de diferenciar las distintas temperaturas.
  • Sensibilidad palestésica o vibratoria: Se utiliza un diapasón, que utilizamos para medir de forma cualitativa la sensibilidad vibratoria. Cogemos el diapasón por el mango y percutimos sobre la palma de la mano contraria (en este momento el diapasón comenzara a vibrar). Colocamos el diapasón en el dorso del pie, a nivel del repliegue ungüeal del primer dedo. También se aplica en el maleolo peroneal y tibial.
  • Sensibilidad barestésica o vibratoria: Se realiza con el monofilamente de Semmes- Weinstein. Está compuesto por un hilo de nylon adherido a un mango. Los hay de varios grosores pero que el se utiliza para discriminar el grado de sensibilidad en el paciente diabético son 5,07, que ejerce una presión de 10gr por cm². Antes de empezar a realizar la prueba en el pie, se debe realizar en la mano o en el brazo, para que el paciente compruebe que no es doloroso. Se aplica en la planta del pie a nivel de las cabezas metatarsales del primer, tercer y quinto dedo y en la base del primer dedo. El paciente tiene que mantener los ojos cerrados. Sostenemos el monofilamente de forma perpendicular a la piel y presionamos hasta que se doble. Debe aplicarse sobre piel integra, si hay hiperqueratosis o ulceras, se aplicará alrededor de la zona.

Por último, valoraríamos los reflejos aquileo y cutaneo-plantar, además de los pulsos periféricos, como el tibial posterior y el pedio.

Clasificación del pie diabético

La más utilizada es la Escala de Wagner, pero tiene inconvenientes como que no hace referencia a la etiopatogenia de la úlcera, no distingue si una úlcera presenta infección o no y que los signos más sutiles de isquemia no son tenidos en cuenta.

Otra de las escalas que podemos utilizar en la de Texas, que clasifica las lesiones son estadiadas en base a dos criterios principales: profundidad y existencia de infección/isquemia.

Una vez que hemos tenido todo lo anterior en cuenta, categorizaremos al pie en:

  • Pie de alto riesgo, cuando presenta uno o más de los siguientes factores de riesgo: Úlcera o amputación previa, neuropatía, vasculopatía periférica.
  • Pie de riesgo moderado, cuando cumple la menos uno de los factores de riesgo: Complicaciones propias de la DM como la nefropatía y la retinopatía, alteraciones del pie como las deformidades o existencia de hiperqueratosis o lesiones, alteraciones biomecánicas y estructurales, hábitos y prácticas inadecuadas, mala agudeza visual o imposibilidad de realizarse los autocuidados.
  • Pie de bajo riesgo, cuando no existe ninguna de las condiciones anteriores.

Según en qué estado se encuentre, se recomienda con más o menos frecuencia revisiones con el equipo de atención primaria, endocrinología, de educación diabetológica.

Un pie de alto riesgo se intentará revisar cada dos o tres meses, si el riesgo es moderado cada 6 meses y si es un pie de bajo riesgo, una vez al año. Si el pie es de muy alto riesgo o ya han aparecido úlceras, la revisión será individualizada, atendiendo a las necesidades de cada paciente.

Para intentar disminuir el riesgo de padecer este problema tenemos que enseñar unos cuidados que los pacientes tienen que continuar en casa, junto con otras recomendaciones, que podemos mirar en este enlace, donde podemos encontrar una infografía sobre los cuidados del pie.

Bibliografía:

OMS | Día Mundial de la Diabetes: muchas de las amputaciones que acarrea la enfermedad se podrían evitar [Internet]. WHO. [citado 19 de abril de 2021]. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2005/pr61/es/

Pie Diabético: Clínica | Úlceras.net [Internet]. [citado 19 de abril de 2021]. Disponible en: https://www.ulceras.net/monografico/95/80/pie-diabetico-clinica.html

SACYL. Subproceso asistencial integrado de atención al pie de las personas con diabetes [Internet]. [citado 19 de abril de 2021]. Disponible en: https://www.saludcastillayleon.es/profesionales/es/procesos-asistenciales/procesos-asistenciales-gerencia-regional-salud/diabetes-mellitus-tipo-2.ficheros/1025477-PROCESO%20PIE%20DIABETICO%20GRS.pdf

Federación española de la diabetes. Pie diabético diabetes [Internet]. [citado 19 de abril de 2021]. Disponible en: https://fedesp.es/diabetes/complicaciones/pie-diabetico/#Sintomas_del_pie_diabetico

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DONACIÓN DE MÉDULA ÓSEA

Cada año 6.400 personas son diagnosticadas de leucemia en España, muchas necesitarán un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad y 3 de cada 4 personas no tendrá un familiar compatible, por ello cuanto mayor sea el número de donantes mayor serán las probabilidades de curación de estas personas.

En España cada vez son más las personas que dan el paso de donar, en 2020 se produjeron 2.374 incorporaciones mensuales (unos 80 nuevos donantes al día) y además, el registro de donantes español es ya uno de los más importantes de Europa, ya que de él se obtienen los donantes para el 85% de los pacientes que lo requieren.

QUÉ ES LA MÉDULA ÓSEA:

La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra en la mayoría de los huesos . En ella anidan las células madre (también denominadas precursores hematopoyéticos), capaces de producir todas las células de la sangre y del sistema inmunitario: glóbulos rojos ( participan en el transporte de 02 a los tejidos), glóbulos blancos ( en la prevención de infecciones) y plaquetas (se encargan de la coagulación).

REQUISITOS PARA DONAR:

Los principales requisitos para ser donante de médula ósea son:

  • Tener entre 18 y 40 años  (desde 2018, antes el límite era de 18 a 60 años)
  • Tener un buen estado de salud general

TIPOS DE DONACIONES:

Existen dos tipos de donación de médula:

A) Donación de médula ósea: en quirófano, bajo anestesia epidural o general (de elección). Consiste en extraer sangre medular de las crestas iliacas. El proceso dura unas 2h y el paciente se encuentra en posición de  decúbito prono. Solo se realiza en el 20% de los casos.

B) Donación de sangre periférica: Se obtienen células madre de sangre periférica después de la administración de 4-5 inyecciones subcutáneas de unos agentes llamados «factores de crecimiento“  que hacen que las células madre pasen de la médula ósea a la sangre. Mediante un proceso denominado citoaféresis se recogen las células madre y el resto de la sangre es devuelta al donante. Es un proceso rápido y sencillo y se realiza en la mayoría de los casos (80%)

Que se realice uno u otro dependerá de las necesidades del receptor, según su enfermedad.  Aunque la decisión final es del donante.

PASOS PARA DONAR:

  1. Información (es el más importante)
  2. Inscripción
  3. Donación
  4. Postdonación

CONTRAINDICACIONES GENERALES:

  • Diabetes mellitus insulinodependiente.
  • Enfermedad cardiovascular, pulmonar, hepática o hematológica
  • Enfermedad tumoral maligna o autoinmune
  • Infección por virus de la hepatitis B o C o VIH
  • Haber sido dado de baja definitiva como donante de sangre

¿PORQUÉ HACERNOS DONANTES?

La donación de médula es un proceso rápido y sencillo y la mayoría de las veces no requiere pasar por quirófano, ya que en el 80%  de los casos se realiza mediante donación de sangre periférica.

Esta es la única esperanza para muchas personas con enfermedades sanguíneas cuyas células madre se encuentran defectuosas o tienen una producción inadecuada,  por ello os animamos a informaros y dar el paso de donar ya que con un gesto muy sencillo podemos SALVAR VIDAS.

BIBLIOGRAFÍA

  • Guía del donante 2018. Fundación Josep Carreras.
  • La donación de médula ósea. Fundación Josep Carreras.
  • Donación de médula ósea. Organización Nacional de Trasplantes.
  • La donación de medula ósea. Precursores hematopoyéticos. Centro de transfusión de la comunidad de Madrid.
  • Guía de donación de  sangre del cordón umbilical 2020.. Fundación Josep Carreras.
  • Memoria anual REDMO 2019. Fundación Josep Carreras.

Fecha de última modificación: 18/03/2021

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DIETA EN LAS ENFERMEDADES DEL APARATO DIGESTIVO

Cómo ya sabemos, la dieta es un aspecto fundamental para llevar a cabo una vida saludable en nuestros días. Sin una dieta variada y equilibrada las posibilidades de sufrir una enfermedad crónica a medida que avanzan los años es mayor. Del mismo modo, es de vital importancia seguir una dieta adecuada en las patologías propias de cada paciente para evitar empeoramientos de la misma.

La dieta varía en cada caso dependiendo de la patología que se padece.En este caso nos vamos a centrar en las dietas a seguir por los pacientes que poseen enfermedades digestivas. Algunas de las recomendaciones mas apropiadas a seguir en estas patologías, son las siguientes:

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  • Dieta para úlcera péptica y gastritis:

En este proceso es importante evitar alimentos que estimulen la secreción gástrica entre los que se encuentran los siguientes:

  1. Café, descafeinado, alcohol, etc.
  2. Condimentos picantes y salados.
  3. Caldos y extractos de carnes.

También hay que evitar irritantes físicos y químicos:

  1. Vegetales crudos, pan integral, frituras, embutidos, etc.

En las reagudizaciones es pertinente llevar a cabo una dieta absoluta durante los tres primeros días, para posteriormente iniciar una dieta progresiva evitando los alimentos mencionados.

Por el contrario, la dieta más apropiada para los pacientes con úlceras pépticas sería la llamada dieta ovolactofarinácea, que consta de  alimentos como:

  1. Huevos
  2. Cereales
  3. Purés de patatas
  4. Productos lácteos

  • Dieta para el reflujo gastroesofágico

Partiendo de la base de que el reflujo gastroesofágico es la regurgitación del contenido del estómago hacia el esófago debido a la incompetencia del cardias, la dieta en este caso seguiría las siguientes recomendaciones:

  1. Consumir alimentos que aumenten la presión del esfínter esofágico inferior y evitar los alimentos que reducen la presión del EEI.
    1. Aumentan la presión del EEI: carnes magras, pescados blancos, alimentos poco ácidos como el arroz, las patatas, el pan, etc. y fármacos como los procinéticos y los antiácidos.
    2. Disminuyen la presión del EEI: alimentos como el café, la menta , el chocolate, el té, jugos ácidos como la naranja o el tomate, etc. También, el tabaco, el alcohol y  fármacos como los dopaminérgicos y la progesterona.
  2. Aumentar la frecuencia en la ingesta, evitar comidas copiosas, bebidas con gas y evitar beber mucho líquido en las comidas.
  3. Evitar tumbarte después de haber comido, siendo más aconsejable estar sentado durante los minutos posteriores a la ingesta.
  4. Evitar situaciones que favorezcan la presión intraabdominal, principalmente tras la ingesta.

  • Dieta para la diarrea

Se basa en una dieta pobre en residuos y estimulantes gastrocólicos como el café, el chocolate, el tabaco, la lactosa, etc.

Se hace en diferentes fases de manera escalonada:

  1. Fase 1: dependiendo de la gravedad se puede realizar ayuno hasta de 24 horas o bien iniciar la dieta con líquidos, como agua de zanahoria o de arroz, limonada natural, etc.
  2. Fase 2: entre dos y tres días. Se basa en alimentos blandos como sémola de arroz, puré de patatas, pan tostado, plátano maduro, etc.
  3. Fase 3: se introducen alimentos proteicos como la carne y el pescado blanco cocinados de manera saludable.
  4. Fase 4: se añaden los purés de verduras de fácil digestión como la calabaza y el calabacín. También se pueden añadir frutas maduras como el plátano y la pera.

  • Dieta para el estreñimiento:

Se basa en la dieta rica en residuos(fibra).

Algunas de las recomendaciones más importantes en esta dieta son: 

  1. Consumir entre 25 y 30 g de fibra diaria, mayoritariamente de frutas y verduras.
  2. Incrementar la ingesta diaria de agua y el consumo de alimentos ricos en agua(verduras, zumos, caldos, etc.)
  3. Evitar alimentos astringentes como la patata, el membrillo y el arroz blanco.
  4. Tomar alimentos prebióticos y probióticos para mantener saludable la flora intestinal.

  • Dieta para la intolerancia a la lactosa:

Las recomendaciones en esta dieta se basan en:

  1. Evitar en la medida posible los lácteos que produzcan más síntomas.
  2. Aportar suficiente calcio y proteínas lácteas que no produzcan síntomas.
  3. No suprimir los quesos curados ya que poseen poca cantidad de lactosa.
  4. El yogur en pequeñas cantidades es un alimento que se puede introducir poco a poco en el tiempo ya que tiene cantidades de lactosa pequeñas al ser transformada la misma en ácido láctico.
  5. Utilizar alternativas a los lácteos como las leches vegetales de avena, almendra, avellana, etc.

  • Dieta para la celiaquía:

Se basa fundamentalmente en la exclusión total del gluten en la dieta de forma permanente. El gluten se encuentra en cereales como el trigo, la avena, la cebada, el centeno, la espelta, etc.

Sin embargo cereales como el arroz, el maíz, la quinoa y el mijo si están permitidos ya que están libres de gluten.

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Por tanto, teniendo en cuenta la relevancia de seguir una adecuada estrategia nutricional en cada proceso, es importante realizar un llamamiento general a la población y recordar que “somos lo que comemos”, por tanto, para llevar una vida sana a lo largo de nuestra vida no podemos dejar de lado NUNCA la dieta sana y equilibrada, independientemente de si tenemos o no patologías de base.

Igualmente decir que estos son solo algunos de los numerosos ejemplos de estrategias a seguir en cada patología. Desde el blog, se os anima a que sigáis visitándolo para seguir conociendo mas recomendaciones en futuras publicaciones.

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Fecha de última modificación: 11/03/2021

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EJERCICIO FISICO EN EL PACIENTE DIABETICO

Las personas con diabetes necesitan adoptar medidas para mantener sus niveles de glucemia bajo control, el ejercicio físico aumenta el consumo de glucosa por parte de las células musculares, por lo que su práctica contribuye a disminuir la glucemia tanto durante la realización del mismo como en las horas siguientes. 

Los objetivos del ejercicio físico en estos pacientes van a ser: 

  1. Mejorar el control glucémico 
  1. Disminuir el riesgo cardiovascular 
  1. Retrasar la aparición de complicaciones asociadas a la enfermedad. 

TIPOS DE EJERCICIO FISICO 

  • Ejercicio Aeróbico: involucra grandes grupos musculares en actividades dinámicas que resultan en aumentos de la capacidad cardiovascular. Dentro de este tipo de actividad, caminar es el ejercicio más popular entre los pacientes, debido a que es el que mejor se adapta a las capacidades individuales, tiene poco riesgo de lesiones y no requiere habilidades específicas ni infraestructuras especiales.  

La Asociación de Diabéticos Americana (ADA) recomienda episodios de al menos 10 minutos de este tipo de actividad estableciendo como objetivo los 30 minutos diarios.  

Las ultimas recomendaciones aconsejan hacer ejercicio a diario o al menos no dejar pasar  más de 48h entre sesiones. Además, se debe ir progresando tanto en duración como en  intensidad a medida que pase el tiempo hasta llegar a 150minutos/semana de actividad  física moderada o 75minutos/semana de actividad intensa. 

  • Ejercicio de fuerza: ejercicio anaeróbico diseñado para incrementar la fuerza muscular, la potencia y la resistencia mediante la variación de la resistencia a vencer, numero de series y tiempo de descanso entre ellas. Los efectos de este tipo de ejercicio se limitan a los músculos que se han utilizado para realizarlo.  

Las últimas recomendaciones de la ADA son realizar este tipo de ejercicio 2-3 veces/semana  en días no consecutivos. 

  • Ejercicios de flexibilidad: se concentran principalmente en el estiramiento y relajación de todas las extremidades. Ayudan a incrementar la capacidad de movimiento, agilidad y flexibilidad de las articulaciones.  

Se recomienda realizar este tipo de ejercicios al menos 2 veces/semana, pero, a pesar de todos los beneficios que proporcionan, la ADA recomienda no sustituir los ejercicios aeróbicos o de fuerza por éstos, ya que no se han asociado a mejoras en el control glucémico, composición corporal ni con la acción de la insulina. 

  • Ejercicios de equilibrio y coordinación: enfocados principalmente en músculos que permiten el equilibrio y la estabilidad corporal. Realizarlos puede ayudar a prevenir caídas y ayudan a preservar la independencia.  

Se recomienda su realización 2-3 veces/semana. 

El HIIT (high intensity interval training) o ejercicio interválico es una “nueva” modalidad de ejercicio que alterna periodos cortos de ejercicio de alta intensidad (ejercicio anaeróbico) con periodos de recuperación a través de ejercicios de baja intensidad o descansos. Según la ADA, esta modalidad promueve el aumento de la sensibilidad a la insulina y del control glucémico en diabéticos tipo II y se puede realizar sin deterioro del control glucémico en diabéticos tipo I 

La modalidad que obtiene mejores resultados a través de entrenamiento a largo plazo es la combinación de ejercicio aeróbico y de fuerza (COMBO), pudiendo incluir ambas modalidades en la misma sesión o en días alternos.  

Varios metaanálisis han puesto de manifiesto que tanto el ejercicio aeróbico como el de fuerza tienen un efecto beneficioso con un descenso aproximado del 0,6% de la hemoglobina glicosilada (HbA1C). 

PRESCRIPCION DE EJERCICIO FISICO EN EL PACIENTE DIABETICO 

Las sociedades científicas recomiendan realizar una valoración médica a los pacientes con DM antes de iniciar un programa de ejercicios o una actividad deportiva, tanto para saber si existe alguna enfermedad o complicación que pueda manifestarse o agravarse con la práctica del ejercicio, como para planificar y programar el mismo. 

La evaluación incluirá la historia, el examen físico (incluyendo examen del fondo de ojo, examen de los pies y la detección de neuropatía), electrocardiograma (ECG) de reposo y, posiblemente, prueba de esfuerzo. 

La prescripción del ejercicio se hará según las necesidades y preferencias del individuo con el fin de obtener el máximo beneficio para la salud con los menores riesgos. 

Para ello es importante tener en cuenta los descriptores del ejercicio físico, que se engloban dentro del acrónimo FITT (frecuencia, intensidad, tiempo y tipo), ya que es necesario que el entrenamiento sea estructurado para lograr beneficios en el control glucémico. La influencia de la intensidad, la frecuencia y la duración del ejercicio sobre el control de la HbA1c ha sido analizada, y en este sentido, la realización de más de 150 minutos semanales y la práctica de ejercicio aeróbico de más intensidad se han asociado a mayores descensos de la HbA1c. 

A pesar de que toda sesión de entrenamiento siempre debe ser individualizada, existen una serie de puntos de la estructura general que deben cumplirse: 

  • Fase de calentamiento: duración de 10-15 minutos. Debe constar de tres partes fundamentales que deben seguir este orden. 
  1. Movilidad articular: rotación y movimientos suaves de los distintos ejes articulares. 
  2. Activación cardiorrespiratoria: desplazamientos suaves que impliquen l totalidad del organismo. 
  3. Estiramientos, preferiblemente dinámicos de los grandes grupos musculares. 
  • Fase de ejercicio: en esta fase se realizará el entrenamiento prescrito. 
  • Fase de recuperación: reducir progresivamente la intensidad de la fase de ejercicio en los últimos 5-10 minutos hasta la situación de reposo. Por último, se realizarán estiramientos, en este caso estáticos, con el fin de recuperar y relajar el tono muscular. 

Los mecanismos de adaptación al ejercicio obligan a revisar periódicamente la prescripción del ejercicio inicial. Según la Sociedad Española de Diabetes (SED) existen tres etapas de progresión: 

  • Etapa inicial: El objetivo de esta etapa es preparar al paciente para la práctica de ejercicio evitando lesiones y experiencias desagradables que hagan que abandone su práctica. La duración de esta fase dependerá de la condición cardiorrespiratoria que posea el  paciente pudiendo ir desde 2 semanas hasta 10. 
  • Etapa de mejora de la condición aeróbica: Suele ser la fase más larga. En esta etapa se producen las mejoras más importantes mediante el incremento progresivo de la intensidad y la duración del ejercicio. 
  • Etapa de mantenimiento de la condición aeróbica: el objetivo en esta fase es mantener el nivel alcanzado en las etapas iniciales. Se incluirán variaciones en los ejercicios para mantener la motivación del paciente. 

RIESGOS DEL EJERCICIO FISICO EN EL PACIENTE DIABETICO 

  • Hipoglucemia: es el más frecuente, puede aparecer durante o después de la práctica de ejercicio físico, en ocasiones durante el sueño. El riesgo es mayor en pacientes DM tipo I o aquellos con tratamiento insulínico.  
  • Hiperglucemia y deshidratación: sobre todo en pacientes con un mal control metabólico. Se debe evitar la práctica de ejercicio físico en condiciones tanto de calor como de frio extremos. 
  • Eventos Cardiovasculares: arritmias, claudicación… En el caso de pacientes con enfermedad cardiovascular asociada se deberían evitar actividades hipertensivas, como ejercicios de alta intensidad o levantamiento de grandes pesos. 
  • Hemorragia vítrea o desprendimiento de retina: en pacientes con retinopatía proliferativa. En estos pacientes estaría contraindicado ejercicios en los que la posición de la cabeza sea inferior a la del resto del cuerpo, aquellos que aumenten de forma brusca la TA, así como cualquier ejercicio en el que se realice la maniobra de Valsalva. El buceo también estaría contraindicado por la presión que ejerce el agua. 
  • Lesiones en los pies: estos pacientes deben evitar ejercicios que supongan traumatismos repetidos de cierta intensidad. Si existe neuropatía periférica se deben evitar caminatas prolongadas.  Son aconsejables los ejercicios en medio acuático cuidando muy bien el secado y deben evitar andar descalzos. Estaría contraindicado el ejercicio en caso de presencia de úlceras. 

PRECUCIONES DEL PACIENTE DIABETICO EN RELACION CON EL EJERCICIO FISICO 

  • Control de glucemia. El nivel ideal de glucemia en el paciente diabético antes del ejercicio según la ADA es de 90-150 mg/dl. Si la glucemia es menor de 90mg/dl habría que ingerir una dosis de HdC antes de su realización. Si la glucemia es mayor de 250 mg/dl con cetonuria o mayor de 300 mg/dl sin cetonuria habría que posponer la sesión de ejercicio. Es muy importante que la persona sepa reconocer los signos y síntomas de la hipoglucemia y sepa cómo actuar. REGLA DEL 15  
  • Tratamiento con insulina, en caso de necesitarlo, conocer tipo de insulina, dosis y estrategias de ajuste y corrección para el tipo de ejercicio previsto. Evitar hacer ejercicio durante el pico de acción de la insulina. 
  • Consumo de líquidos antes, durante y después del ejercicio. 
  • Siempre que se pueda, realizar el ejercicio acompañado y evitar lugares solitarios y alejados. 
  • Cuidado de los pies. Revisarlos diariamente, buena hidratación de la piel impidiendo la formación de durezas. Cuidar las uñas. Utilizar zapatillas deportivas con buena amortiguación, para reducir el impacto del pie en el suelo, y calcetines de poliéster o mezcla con algodón, para evitar las erosiones y el aumento de la humedad. 

BIBLIOGRAFIA: 

https://www.sediabetes.org/ 

http://archives.diabetes.org/es/ 

https://estilosdevidasaludable.sanidad.gob.es/actividadFisica/home.htm 

https://www.ine.es/jaxi/Tabla.htm?path=/t00/mujeres_hombres/tablas_1/&file=d06006.px 

https://www.redgdps.org/los-standars-of-medical-care-in-diabetes-2020-ada-2020-20191230#sec8 

Fecha de última modificación: 11/02/2021

Actualidad, Sesiones EIR

SESIÓN EIR: Actualización en urgencias y emergencias: casos clínicos

En algún momento de su vida, la mayor parte de personas tendrán que solicitar ayuda sanitaria por ser testigo o sufrir una urgencia o emergencia sanitaria.

Imagen obtenida de Freepik

Por ello será importante reconocer la diferencia entre una urgencia y una emergencia sanitaria:

  • Urgencia: Es una situación que no amenaza de forma inminente la vida del enfermo, ni hace peligrar ninguna parte vital de su organismo o si lo hace es en el transcurso de varias horas, máximo 6 horas.
  •  Emergencia: Situación que hace peligrar de manera inminente la vida del enfermo por lo que debe recibir asistencia sanitaria de la forma más precoz posible.

Como dato, una compi realizó una entrada aclarando también los términos y explicando el triaje en las urgencias hospitalarias, podéis echarle un ojo haciendo click aquí.

Sanidad de Castilla y León dispone de varios servicios sanitarios cuya finalidad es atender las distintas urgencias sanitarias:

  1. Servicio de Emergencias Sanitarias. Es el servicio encargado de atender las urgencias y emergencias que ocurran en el medio extrahospitalario.
  2. Servicios de Urgencias de Atención Primaria o Puntos de Atención Continua. En caso de precisar atención sanitaria que no pueda esperar a una próxima cita con su médico de Atención Primaria, puede acceder a los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) y Puntos de Atención Continuada (PAC).
  3. Servicios de Urgencias Hospitalarias. El acceso a los servicios de urgencias hospitalarios se debe realizar cuando así lo decida el médico de su centro de salud o punto de atención continuada, o cuando una situación clínica repentina precise una atención inmediata, por razones de riesgo vital, con medidas terapéuticas exclusivas del medio hospitalario.

La urgencia en Atención Primaria suele constituir el primer escalón de la asistencia integrada del paciente grave.

La capacidad y experiencia de los profesionales para afrontar estas situaciones tienen una relevancia fundamental en la efectividad de los resultados.

También hemos de tener en cuenta que este tipo de atención se puede prestar en el Centro de Salud o en el domicilio del paciente, para lo cual debemos contar con los medios diagnósticos y terapéuticos adecuados, garantizando un mantenimiento adecuado de los mismos para cuando sean necesarios.

Contenidos desarrollados en la sesión

Se intentó destacar lo más importante de las actuaciones en distintas situaciones de emergencia, como son: una parada cardiorrespiratoria, un síndrome coronario agudo, un accidente cerebrovascular o un politraumatismo, de manera didáctica en base a casos clínicos reales y el tratamiento aplicado en ese momento.

Además se hizo hincapié en las últimas actualizaciones a tener en cuenta por los profesionales sanitarios.

Parada cardiorrespiratoria

Como novedades a tener en cuenta en el soporte vital básico:

  • La valoración inicial se basará en comprobar la conciencia y si el paciente respira o no, la valoración del pulso ya NO será prioritaria.
  • Se antepondrá la desfibrilación precoz si es posible ante el masaje cardiaco.

En el soporte vital avanzado la principal novedad será la introducción en el algoritmo de la lidocaína como fármaco alternativo a la amiodarona ante una parada de ritmo desfibrilable tras la 3ª descarga.

Síndrome coronario agudo

En un SCACEST a destacar:

  • La aplicación de oxigenoterapia se hará en una saturación de oxígeno menor o igual a 90%.
  • Además, el uso de opiáceos se está empezando a poner en duda por su interferencia en la absorción de antiagregantes orales.

Accidente cerebrovascular

En un ACVA priorizaremos el tiempo, será muy importante intentar trasladar al paciente en la ventana terapéutica de 4,5 horas para aplicar el tratamiento fibrinolítico.

Además la edad no será un criterio de exclusión, para la activación del código ictus, lo determinante será la situación basal del paciente, y su nivel de dependencia o deterioro previo.

Trauma grave

Dos serán las principales novedades:

  • Tal y como nos refiere el Prehospital Trauma Life Support (PHTLS) en su 9º edición, como novedad añadiremos una letra más a la secuencia tan conocida ABCDE: la X – hemorragia exanguinante – la cual será más importante comprobar y resolver incluso que comprobar la permeabilidad de la vía aérea, para lo cual nos podremos ayudar de un torniquete, el cual incluso será de primera elección ante la falta de personal sanitario en una intervención.
  • Por otra parte, hablaremos de restricción de la movilidad espinal en vez de inmovilización cervical, ya que este último término no era del todo cierto, una inmovilización total por el momento no es posible.

Puedes acceder a la carpeta restringida donde se encuentra el resumen de la sesión pulsando aquí:

Fecha de última modificación: 03/04/2022