El Ministerio de Sanidad, en el año 2022, ha llevado a cabo la “Actualización del documento de consenso sobre prevención de la fragilidad en la persona mayor”, en el que se han introducido una serie de modificaciones.
Podemos definir a una persona mayor frágil como:
Persona con 70 o más años con un Índice de Barthel ≥90 y alteraciones en las pruebas de ejecución de la marcha o alteraciones en el cuestionario Frail.
El índice de Barthel es el instrumento utilizado para la valoración de las actividades básicas de la vida diaria.
Las pruebas de ejecución que nos permiten detectar alteraciones en la marcha se exponen en la siguiente infografía:

Uno de los cambios introducidos en la actualización del documento del Ministerio de Sanidad es el cambio en el punto de corte de la prueba levántate y anda, que anteriormente se encontraba en 20 segundos, siendo actualmente el punto de corte de 12 segundos. Hay que tener en cuenta esta información modifica los criterios de inclusión en el servicio «Atención a la persona mayor frágil» que tenemos en la Cartera de Servicios de Atención Primaria de Castilla y León.
El cuestionario FRAIL valora diferentes ámbitos:
- Fatigabilidad: ¿Qué parte del tiempo durante las últimas 4 semanas se sintió cansado/a?
- Comorbilidad: Se pregunta al paciente si tiene 5 o más de estas enfermedades: HTA, DM, cáncer, EPOC, cardiopatía isquémica, ICC, angina, asma, artritris, ACV o ERC.
- Deambulación: ¿Tiene alguna dificultad para caminar 100 metros sin descansar y sin el uso de ayudas?
- Resistencia: ¿Tiene alguna dificultad para subir escalones sin descansar por usted mismo, sin ningún elemento de ayuda?
- Pérdida de peso: ¿Ha perdido más del 5% de su peso en los últimos 6 meses?
Si hay presencia de estos ítems se le dará una puntación de 1 punto, y su ausencia: 0 puntos. Una puntación mayor o igual a 1 nos indica una sospecha de fragilidad.
Ante la sospecha de mayor frágil con las pruebas expuestas anteriormente, tenemos que llevar a cabo una valoración geriátrica integral (VGI) de las siguientes áreas:
- Área funcional: donde se exploren las ABVD, AIVD y valoración de la actividad física.
- Área físico clínica: realizar exploración física, anamnesis, valoración de pruebas complementarias, evaluación de patologías, revisión de medicación, estado nutricional y actividades preventivas como la vacunación (gripe, tétanos, neumococo, COVID-19).
- Área mental: valoración del deterioro cognitivo, depresión, descanso/sueño y evaluación afectiva.
- Área socio-familiar: soporte social, soledad sentida o percibida y actividades de ocio que realiza.
Otro de los aspectos claves a valorar, será la valoración del riesgo de caídas. Esta valoración se puede realizar mediante la escala J.H. Downton o preguntado lo siguiente:
- ¿Ha sufrido alguna caída en el último año que haya precisado atención sanitaria?
- ¿Ha sufrido dos o más caídas al año?
- ¿Presenta algún trastorno de la marcha considerado significativo? (valorado con las pruebas de ejecución).
Ante la negativa de las preguntas realizaríamos un consejo integral de vida saludable y reevaluaríamos a la persona anualmente. Ante una o más respuestas afirmativas, estaríamos ante un alto riesgo de caídas donde se tienen que poner en marcha intervenciones y reevaluarlas cada 6 meses, como mínimo.
Es importante tener en cuenta que la fragilidad es un estado reversible y existen determinadas intervenciones que han demostrado ser beneficiosas para estas personas:
- Programa de ejercicio físico multicomponente: donde se realizan ejercicios de una intensidad moderada – baja trabajando flexibilidad, equilibrio, resistencia aérobica y fuerza muscular. Existe una herramienta de ejercicio físico multicomponente, implantada en determinadas CCAA llamada VIVIFRAIL. Para utilizar esta herramienta primero tendremos que clasificar al paciente, realizándole el test SPPB y una valoración del riesgo de caídas. Una vez clasificado al paciente se pueden recomendar una serie de ejercicios. También consta de soporte audiovisual para reforzar los contenidos.
- Recomendaciones nutricionales: se recomienda la dieta mediterránea, al igual que en la población en general, pero con un incremento en el número de proteínas a consumir. Puede ser necesaria la incorporación de vitamina D en el caso de que existiera riesgo de caídas o malnutrición.
- Revisión del uso adecuado de la medicación: comprobar la adherencia terapéutica mediante la realización del test de Morisky-Green y en el caso que fuera mayor frágil polimedicado, observar si toda la medicación que tiene prescrita es necesaria y en el caso que no fuera necesario, deprescribir.
- Manejo de multimorbilidad y otros síndromes geriátricos.
- Actuaciones para prevenir el deterioro cognitivo.
- Proponer soluciones basadas en las TIC para generar autonomía e independencia en el domicilio.
A continuación, se expone el algoritmo de abordaje de la fragilidad en el ámbito sanitario extraído del documento “Actualización del documento de consenso sobre prevención de la fragilidad en la persona mayor”.

BIBLIOFRAFÍA:
- Vivifrail .[Internet] [citado 24-10-2022]. Disponible en: https://vivifrail.com/es/documentacion/
- Ministerio de sanidad. Actualización del documento de consenso sobre prevención de la fragilidad en la persona mayor. [Internet]; 2022.[citado 1-10-2022] Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/Estrategia/EnvejecimientoSaludable_Fragilidad/docs/ActualizacionDoc_FragilidadyCaidas_personamayor.pdf
- SanPio TV, SanLampré MM, Gimeno AE, Romero AS, Arín EF. Alteraciones de la marcha, inestabilidad y caídas. En: Tratado de geriatría para residentes [Internet]. International Marketing & Communication,; p. 199–209
Fecha de última modificación: 07/11/2022