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Infecciones del tracto urinario: ¿qué son y cómo podemos prevenirlas?

¿Qué son las infecciones del tracto urinario?

La Infección del Tracto Urinario (ITU) se puede definir como la respuesta inflamatoria del epitelio urinario a la invasión urinaria, que se asocia con bacteriuria y piuria.

Este proceso engloba diversas entidades clínicas caracterizadas por la colonización e invasión del tracto urinario por microorganismos patógenos. Podemos diferenciar 2 grandes grupos de ITU:

  • La ITU no complicada es la que se produce en una mujer no embarazada con tracto urinario anatómica y funcionalmente normal y sin otras patologías.
  • En la ITU complicada coexisten una o varias de las siguientes circunstancias ( existe riesgo de colonización del parénquima renal):
    • Ser hombre.
    • Tener sondaje vesical de manera permanente.
    • Obstrucción de la vía urinaria.
    • Tener alteraciones funcionales o estructurales de la vía urinaria.
    • ITU nosocumial.
    • ITUs recurrentes en la infancia.
    • Embarazo.
    • Inmunodepresión.
    • Diabetes mellitus.
    • Tener clínica urinaria en los 7 días previos.
    • Enfermedades o daño neurológico con alteración vesical.
    • Fracaso terapéutico.
    • Recaídas.

¿Cómo se producen?

En cuanto a las causa de las Infecciones del Tracto Urinario, se ha podido comprobar que la mayoría de las ITUs están producidas por bacterias. No obstante, ocasionalmente están implicados hongos y virus en la producción de dichas ITUs.

La infección es monomicrobiana en más del 95% de los casos.

Imagen obtenida del artículo «Infecciones Urinarias» de José María Molero García.

También se ha podido comprobar y demostrar, que la presencia de sondaje uretral permanente, vejiga neurógena y alteraciones estructurales como las fístulas vaginales o intestinales, favorecen la existencia de infecciones polimicrobianas. Estas infecciones producidas por múltiples microbios presentan mayores resistencias a antibióticos.

Imagen obtenida de «Infecciones del tracto urinario. Estudio de sensibilidad antimicrobiana en Navarra» de Scielo.

Por último, decir que, a nivel global, hasta en el 15% de los pacientes con síntomas de ITU, puede no llegarse a aislar el patógeno; es decir, puede ser que no se pueda determinar el patógeno que esté ocasionando la infección.

Factores de riesgo

Existen una serie de factores que aumentan la probabilidad de desarrollar una infección del tracto urinario en aquellas personas que los presentan, y son:

  • Diabetes.
  • Edad avanzada.
  • Cálculos renales.
  • Embarazo.
  • Problemas para vaciar completamente la vejiga.
  • Portar una sonda vesical.
  • Incontinencia intestinal.
  • Hipertrofia de próstata, uretra estrecha o cualquier otro factor que bloquee el flujo de orina.
  • Inmovilidad por un período de tiempo largo.
  • Cirugía u otro procedimiento en las vías urinarias.

Diagnóstico de las ITU

Para llevar a cabo el diagnóstico de las infecciones del tracto urinario, se pueden emplear diferentes técnicas y mecanismos, entre los que podemos destacar los siguientes:

  • En la historia clínica del paciente tendremos que tener en cuenta los antecedentes personales, antecedentes familiares, edad y los factores de riesgo.
  • Se tienen que tener valorar los signos y síntomas que presente el paciente y que sea indicativos de ITU, como la presencia de disuria, polaquiuria, tenesmo, urgencia miccional, molestias en hipogastrio.
  • Se puede realizar una tira reactiva de orina para examinar diferentes parámetros.
  • Ante presencia de ITUs complicadas o de repetición se realizará un cultivo de orina.
  • En casos complicados o de difícil diagnóstico se solicitan pruebas de imagen (ecografía, urografía, radiografía simple de abdomen, cistoscopia).

Tratamiento de las ITUs

El objetivo del tratamiento en las ITU es hacer desaparecer la sintomatología y eliminar la bacteria del tracto urinario. Si la elección del antibiótico es la adecuada, la mejoría clínica se suele producir rápidamente y, administrado el tiempo necesario, se consigue erradicar el microorganismo responsable de la sintomatología.

Las principales medidas a indicar desde la consulta de Enfermería de Atención Primaria son:

  • Beber líquidos para facilitar la diuresis. Las mujeres que presentan cistitis frecuentemente deben beber un vaso de agua antes del acto sexual y orinar al finalizar.
  • Al menos la mitad de los líquidos ingeridos deben ser agua, pero también se pueden tomar en forma de infusiones, zumos, etcétera.
  • El zumo de arándanos es un buen bactericida.

No obstante, hay que dejar claro, que el tratamiento irrefutable de la infección del tracto urinario es la antibioterapia.

Prevencion de las ITUs

En el caso de las Infecciones del Tracto Urinario (ITUs), al igual que en muchos procesos de salud, la prevención es más importante que el tratamiento, con el objetivo de evitar la aparición de nuevas infecciones.

Existen múltiples medidas que se pueden llevar a cabo para prevenir la aparición de nuevas infecciones del tracto urinario, sobre todo en aquellos pacientes con historia previa de infecciones del tracto urinario recurrentes. Dichas medidas son:

  • Es aconsejable el uso de ropa interior de algodón.
  • Las mujeres deben evitar el uso de desodorantes vaginales, baños de burbujas y sustancias irritantes.
  • Después de defecar hay que limpiarse de adelante hacia atrás para no contaminar la uretra con restos fecales.
  • Beber abundantes líquidos, sobre todo agua. Evitar el acohol y la cafeína.
  • Mantener una adecuada higiene genital.
  • Orinar antes y después de la actividad sexual.
  • Lavar el área genital antes de mantener relaciones sexuales.
  • Evitar retener la orina de forma prolongada.
  • Evitar los pantalones ajustados.

Algunos datos de interés en relación a las ITUs

Existen una serie de datos que es importante que conozcamos para poder llevar a cabo una correcta prevención, diagnóstico precoz y tratamiento de las infecciones urinarias. Los datos más importantes son:

  • El diagnóstico de cistitis en mujeres se establece en la mayoría de casos correctamente con la anamnesis y la clínica.
  • Solo está indicado realizar un cultivo de orina en embarazadas, hombres, ITU recurrentes, pacientes sondados e ITUs complicadas.
  • La etiología más probable es E. Coli.
  • En la mujer embarazada, se recomienda el cribado de ITU en el primer trimestre con cultivo de orina, tratar las infecciones sintomáticas y las bacteriurias asintomáticas del mismo modo y realizar profilaxis antibiótica hasta el parto en caso de recurrencias.
  • La ITU en hombres se considera casi siempre complicada, requiere estudio urológico, excepto en un primer episodio o casos aislados.
  • Hay que descartar prostatitis crónica bacteriana ante cuadros de infección urinaria recurrente, y prostatitis crónica abacteriana, ante cuadros de meses de evolución con síntomas obstructivos o irritativos similares a los del adenoma de próstata.
  • La asepsia al colocar la sonda es la medida más eficaz para evitar la infección urinaria. Aún así, es habitual la bacteriuria, que no debe tratarse si el paciente está asintomático y no tiene factores de riesgo asociados.
  • Solo se trata la bacteriuria asintomática en mujeres embarazadas, antes y después de cirugía urológica o prostática; o ante manipulación urológica mayor.
  • En lesionados medulares con vejiga neurógena, es frecuente el residuo miccional, la presencia de bacteriuria y orina contaminada. Solo hay que tratarla cuando dé síntomas.

Bibliografía:

Fecha de última modificación: 28/07/2022

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Prevención del Síndrome de Burnout

  1. Epidemiología

El Síndrome de Burnout posee una alta incidencia entre el personal que se dedica al cuidado de la salud, a pesar de no ser reconocido por el CIE-10, ni los DSM-IV y V como entidad, es conocida la capacidad que posee de afectar la calidad de vida de los individuos que lo sufren (inclusive puede provocar suicidio en los casos más graves), por lo que es vital entenderlo para poder prevenirlo y tratarlo. Debido a sus consecuencias en el ambiente y en el rendimiento de las organizaciones, la prevención y tratamiento del SB trascienden lo individual y permiten obtener beneficios significativos (mayores ingresos económicos, mejor trato al cliente, menor ausentismo, entre otros) para el centro de trabajo de los individuos afectados o en riesgo.

2. ¿Qué es el Síndrome de Burnout?

El síndrome de desgaste profesional o burnout es un estado de agotamiento mental, emocional y físico que se presenta como resultado de exigencias agobiantes, estrés crónico o insatisfacción laboral.

Puede constituir un trastorno debido a sus efectos dañinos en la calidad de vida.

Afecta a diferentes áreas de la vida:

  • Social
  • Famliar
  • Laboral

Distintos estudios encontraron que existen ciertas diferencias cualitativas en el perfil americano y europeo, ya que estos últimos muestran niveles más bajos de agotamiento y cinismo.

3. Síntomas

El síndrome de Burnout presenta diferentes síntomas que afectan a las distintas áreas de la persona (física, psicológica, social); y que podemos dividir en 2 grandes grupos:

Síntomas físicos:

  • Dolor de cabeza
  • Náuseas
  • Trastornos del sueño
  • Tensión muscular
  • Cansancio
  • Dolor de espalda

Síntomas psíquicos/emocionales:

  • Irritabilidad
  • Tensión
  • Baja motivación
  • Indiferencia

No obstante, este síndrome suele presentarse de manera insidiosa, paulatina, cíclica; y suele resumirse en 3 síntomas principales: Cansancio o agotamiento emocional, despersonalización y abandono de la realización personal.

En función de estos síntomas, podemos clasificar este síndrome en 4 grandes tipos:

  • Leve: quejas vagas, cansancio, dificultad para levantarse por las mañanas.
  • Moderado: cinismo, aislamiento, suspicacia, negativismo.
  • Grave: enlentecimiento, automedicación, con psicofármacos, ausentismo, aversión, abuso de alcohol o drogas.
  • Extremo: aislamiento muy marcado, colapso, cuadros psiquiátricos, suicidio.

4. Diagnóstico

Encontramos múltiples y variadas herramientas para diagnosticar el síndrome de Burnout. Entre las más utilizadas tenemos:

-Maslach Burnout Inventory

Es la prueba más utilizada para el diagnóstico.

Consta de 22 enunciados y cuestionamientos sobre los sentimientos y pensamientos en relación con la interacción con el trabajo, los cuales se valoran en un rango de 6 adjetivos que van de «nunca» a «diariamente», dependiendo de la frecuencia con la que se experimenta cada una de las situaciones descritas en los ítems. Dichos enunciados están diseñados de forma que se evalúen los 3 componentes del SB citados anteriormente (agotamiento emocional, despersonalización y realización personal en el trabajo. De hecho, los resultados se agrupan en 3 subescalas, cada una para cada uno de dichos componentes.

-Copenhagen Burnout Inventory (CBI)

Valora el desgaste personal, el relacionado al trabajo y el desgaste relacionado con el cliente.

-El Oldenburg Burnout Inventory (OLBI)

A diferencia de los anteriores, solo evalúa el agotamiento y la falta de compromiso con el trabajo.

-El Cuestionario para la Evaluación del Síndrome de Quemarse en el Trabajo

Esta escala española, a diferencia de los anteriores, incluye la «ilusión (desilusión progresiva, pérdida del sentido del trabajo y las expectativas)» como aspecto a evaluar como parte del SB (19).

Autocuestionario

•¿Me he vuelto cínico o crítico en el trabajo?

•¿Me arrastro para ir a trabajar y suelo tener problemas para empezar una vez ha llegado?

•¿Me he vuelto irritable o impaciente con los compañeros de trabajo o clientes?

•¿Me falta la energía para ser consistentemente productivo?

•¿Me falta la satisfacción en sus logros?

•¿Me siento desilusionado con su trabajo?

•¿Estoy consumiendo excesiva comida, drogas o el alcohol para sentirse mejor?

•¿Mis hábitos de sueño o apetito han cambiado por culpa de su empleo?

•¿Estoy preocupado por los dolores de cabeza inexplicables, dolores de espalda u otros problemas físicos?

5. Tratamiento

Recuperarse del desgaste profesional a menudo requiere tiempo y un buen apoyo. Una terapia psicológica puede ser útil para identificar las causas del estrés y encontrar estrategias para mejorarlas o evitarlas. También es importante tomarse tiempo para descansar y energizarse fuera del trabajo haciendo actividades placenteras, buscando el apoyo de familiares y amigos, haciendo ejercicio, etc.

Estrategias de tratamiento

  • Adaptarse a las expectativas a la realidad cotidiana.
  • Equilibrio de áreas vitales: familia, amigos, aficiones, descanso, trabajo
  • Promover  una buena atmósfera de equipo: espacios comunes, objetivos comunes.
  • Limitar la agenda laboral
  • Formación continua dentro de la jornada laboral .Ejercicio físico regular

6. Prevención

Dado que el síndrome de desgaste profesional se desarrolla a lo largo de un período largo de tiempo, es importante estar atento a los signos reveladores de un estrés cada vez mayor y reaccionar a estos tempranamente. Las personas afectadas pueden notar que establecer límites claros en el trabajo, adoptar hábitos saludables (como tener horarios regulares de comidas y realizar ejercicio), y buscar estrategias para contrarrestar el estrés, pueden ayudar a prevenir episodios futuros. Prevenir el síndrome del desgaste profesional puede ser a veces un proceso continuo, por lo que es importante identificar fuentes confiables de apoyo emocional.

Disponemos de varias medidas de prevención como:

  • Mantener estilo de vida saludable
  • Buscar apoyo emocional y social
  • Mejorar la organización personal
  • Desarrollar habilidades profesionales
  • Mejorar la organización y proveer de herramientas necesarias para que el trabajador pueda realizar sus tareas de forma adecuada
  • Técnicas de relajación (respiraciones diafragmáticas, yoga, meditación…)

7. Síndrome de Burnout y Covid – 19

Los niveles de agotamiento emocional de enfermeras y médicos se han puesto de manifiesto en estudios en Francia, Italia y España. Entre los profesionales sanitarios españoles e italianos, los estudios señalan el agotamiento emocional y las crisis de ansiedad como los principales síntomas.

El porcentaje de enfermeras con altos niveles de agotamiento fue significativamente alto durante la primera fase de pandemia de la COVID-19, en comparación con el período anterior a la pandemia.

Las enfermeras y los médicos están especialmente expuestos a los riesgos del síndrome de Burnout porque usualmente trabajan con un alto nivel de exposición laboral, con largas jornadas de trabajo, además de un alto nivel de exigencia y sobrecarga de tareas.

Otro factor que generó gran aprehensión entre los profesionales de medicina y enfermería es el numero de muertes por COVID-19 entre los propios profesionales.

Los hospitales de campaña actúan como un apoyo importante en la lucha contra la pandemia; sin embargo, es necesario contar con profesionales altamente cualificados para poder actuar en situaciones extremas, como la COVID-19.

8. Ejercicio de relajación

Aquí os dejamos un ejercicio de relajación que puede realizarse en cualquier momento de nerviosismo o ansiedad, ya que solo tiene una duración de 5 minutos, y nos permitirá adquirir la relajación necesaria.

Fecha de última modificación: 03/04/2022

Actualidad, Infografías, Sesiones EIR

Infografía: Cuidados para la Fístula.

La enfermedad renal crónica (ERC) es un problema de salud pública importante.

En España se calcula que hay unas 50.000 personas con insuficiencia renal crónica, lo que supone que, de cada un millón de ciudadanos, 1.180 tienen insuficiencia renal crónica. De ellos, las mitad están trasplantados y la otra mitad en diálisis.

Una revisión sistemática, basada en estudios poblacionales de países desarrollados, describió una prevalencia media de 7,2% (individuos mayores de 30 años). Según datos del estudio EPIRCE, afecta aproximadamente al 10% de la población adulta española y a más del 20% de los mayores de 60 años, y además, seguramente está infradiagnosticada.

En pacientes seguidos en Atención Primaria con enfermedades tan frecuentes como la hipertensión arterial (HTA) o la diabetes mellitus (DM), la prevalencia de ERC puede alcanzar el 35-40%.

1 de cada 10 personas en el mundo padece, sin saberlo, insuficiencia renal en mayor o menor grado.

Cuando la enfermedad evoluciona puede transformarse en crónica y se corre el riesgo de que el daño acumulado en el riñón sea irreversible.

Uno de los desafíos es la detección precoz de esta “epidemia silenciosa” que suele dar síntomas en etapas más tardías de la enfermedad, cuando ya se ha producido el daño renal.

La enfermedad renal crónica es la situación en la que los riñones no pueden mantener por si solos la homeostasis del medio interno dedico a una lesión estructural crónica irreversible. En términos analíticos se define como la presencia de un filtrado glomerular <60 ml/min durante 3 0 más meses ó 60 pero con daño estructural objetivado.

Uno de los tratamientos que se aplica en esta patología es la diálisis.

Este es un proceso mediante el cual se extraen las toxinas y el exceso de agua de la sangre y que se utiliza como terapia renal sustitutiva tras la pérdida de la función renal en personas con fallo renal.

Este proceso es necesario cuando los riñones no son capaces de llevar a cabo de manera adecuada su función.

Permite a aquellas personas afectadas por una patología renal crónica llevar una vida normal.

La diálisis va a suplir la función del riñón cuando éstos presenten un deterioro importante de entre el 5-15% de su capacidad. Por ello es muy importante conocer los cuidados que hay que tener sobre la fístula para evitar complicaciones, y los cuales están descritos en la siguiente infografía. (proximamente disponible)

Fecha de última modificación: 03/04/2022

Para descargar la infografía en PDF, pulse aqui

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Insomnio. Cómo Combatirlo

1. ¿Qué es?

El insomnio es un trastorno del sueño común que consiste en la dificultad para conciliar el sueño (quedarse dormido), mantenerlo, o dormir las horas necesarias  para descansar adecuadamente.

El insomnio no solo puede minar tu energía y estado de ánimo, sino que también puede afectar tu salud, desempeño laboral y calidad de vida.

Cuántas horas de sueño son suficientes es algo que varía según la persona, pero la mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 8 horas por noche.

En la actualidad, el acelerado ritmo de vida, el estrés o los problemas económicos hacen que el número de personas que sufren insomnio crezca cada vez más.

Se trata de un problema muy habitual entre la población, siendo más frecuente en mujeres, ancianos y personas con problemas psicológicos como ansiedad y depresión. En la actualidad, uno de cada cinco españoles padece insomnio transitorio, según la Sociedad Española de Sueño (SES).

2. Causas

-Las causa más frecuente son las alteraciones emocionales (situaciones que se acompañan de intensa ansiedad, preocupación, tensión psíquica, angustia, miedo o tristeza) El insomnios en estos casos tiende a cronificarse.

-Enfermedades o problemas físicos que pueden perjudicar el sueño por no permitir la relajación previa al momento de dormirse, por interrumpir el sueño durante la noche, producir dolor o sensaciones molestas como picores, escozor, etc. Aquí se incluyen también las enfermedades psiquiátricas (ansiedad, depresión, esquizofrenia, etc.).

Factores ambientales que influyen de modo negativo sobre el sueño: malos hábitos de sueño, uso de medicamentos, trabajo por turnos o viajes frecuentes.

-Además, hay insomnios relacionados con la toma de sustancias. Los estimulantes (café, refrescos de cola, chocolate, etc.) tomados por la tarde-noche pueden producir insomnio de conciliación. El alcohol produce alteraciones del sueño con insomnio de mantenimiento (frecuentes despertares) y sueño superficial.

Y el abuso de drogas puede provocar insomnio también como efecto de la abstinencia de esas sustancias.

3. Tipos

Según duración:

Insomnio transitorio: dura menos de 1 semana. Es el más frecuente entre la población, ya que lo padece uno de cada cinco españoles. Asociado a periodos de estrés

Insomnio de corta duración o agudo: dura de 1 a 4 semanas

Insomnio crónico (cuando persiste durante meses e incluso años).

Si lo clasificamos en base al momento del sueño que más se afecta, lo podemos clasificar en:

-Insomnio de conciliación: Cuando aparece dificultad en el inicio del sueño (aumento de la latencia del sueño). Se considera normal una latencia del sueño inferior a 20 minutos en población infantil y adultos jóvenes, e inferior a 30 minutos para adultos de mediana edad o personas mayores.

-Insomnio de mantenimiento: Cuando aparece la dificultad para mantener el sueño a lo largo de la noche, ya sea por la presencia de despertares frecuentes, como por la imposibilidad de conciliar el sueño tras un despertar. En ambos casos se altera la arquitectura del sueño y disminuye mucho el porcentaje de sueño profundo.

-Insomnio de despertar precoz: Cuando el sujeto se despierta antes de la hora esperada. Cabe señalar que hay personas que tienen por costumbre madrugar mucho y se levantan por la mañana sin despertador. Si no sienten cansancio por el día o presentan alguna repercusión durante la vigilia de haber dormido poco, por lo general, no debe tratarse esta condición.

-Insomnio mixto: Cuando aparecen conjuntamente dos de los tres tipos de insomnio enunciados en los puntos anteriores. -Insomnio global: Cuando se altera el sueño por completo y aparecen los tres tipos de insomnio iniciales. Normalmente, se suele expresar de forma que el paciente no logra dormirse al inicio de la noche y tarda mucho en conciliar, se despierta a las pocas horas y no volver a dormirse en toda la noche. Se trata del insomnio más grave porque el número de horas dormidas suele ser muy insuficiente.

4. Efectos del insomnio

-Agotamiento y malestar general                

-Angustia, depresión e irritabilidad.

-Cambios de humor.             

-Disminución de la atención.

-Deterioro de la respuesta motora.             

-Empeoramiento de la memoria.

-Retraso en la capacidad de reacción ante estímulos.

-Disminución de la capacidad de toma de decisiones.

-Posibilidad de desarrollo de cambios sensoriales como la reducción del campo visual o la ralentización del habla.

-Deterioro de determinadas funciones cerebrales, como la flexibilidad y la originalidad de pensamiento o perspicacia.

-Disminución de la concentración.

5. Tratamiento

Existen 2 grandes tipos de tratamiento, el farmacológico y el no farmacológico.

En cuanto al farmacológico:

Hoy en día hay una gran variedad de medicamentos para tratar los diferentes tipos de insomnios (sedantes, hipnóticos, antidepresivos). Como premisa general se debe identificar las causas que provocan el insomnio y seleccionar las drogas más apropiadas. En cualquier caso, el tiempo de tratamiento es limitado para evitar la aparición de efectos secundarios Se debe evitar tomar “pastillas para dormir” sin hacer previamente un correcto diagnóstico de los factores que favorecen el insomnio.

Dado que muchas enfermedades pueden causar insomnio (problemas respiratorios, cardiológicos, enfermedades reumáticas, trastornos digestivos, apneas del sueño, trastornos hormonales, etc.), el tratamiento en estos casos va dirigido a mejorar estas dolencias y por ende la queja de insomnio.

En cuanto al tratamiento no farmacológico:

Se fundamenta en 4 bloques.

A. Higiene del sueño

-Evitar excitantes como el café, té, refrescos de cola y bebidas energéticas, sobre todo después de las 16 h.

-Evitar el consumo de alcohol.

-Tener rutinas: mantener el mismo horario todos los días para levantarse, acostarse, desayunar, comer y cenar, incluyendo los fines de semana.

-Evitar las siestas largas: deben ser de máximo 15-20 minutos.

-Ejercitarse a diario, evitando las últimas horas del día para no acostarse con las pulsaciones elevadas.

-Crear unas condiciones óptimas para el sueño. Ir a la cama solo cuando se tenga sueño. Condiciones del dormitorio óptimas: silencio, oscuridad, temperatura agradable (20 °C), suficientemente ventilada, humedad relativa confortable. Evitar usar el móvil en la cama. Usar colchón firme y almohadas cómodas.

-Crea un ritual que te relaje antes de dormir, como un baño tibio, leer o escuchar música suave.

-En caso de no conciliar el sueño:

            .Evitar mirar el reloj para no ponerse nerviosos

 .Levantarse de la cama y hacer una actividad relajante. No volver a la   cama hasta que se tenga sueño

B. Ejercicios de relajación y mindfulness

Estos ejercicios suponen una facilitación de la transición de la vigilia al sueño.

C. Terapia cognitiva

Las técnicas cognitivas en el insomnio intentan mostrar al paciente los pensamientos y creencias erróneas que surgen en torno al insomnio, que incrementan su preocupación y ansiedad.

El profesional ayuda al paciente con insomnio a identificar sus creencias erróneas que generan ansiedad para, posteriormente, ayudarle a reestructurar esas creencias con interpretaciones alternativas que reducen la ansiedad generada. Todo ello lleva a tranquilizar al paciente por el día, que creía que no iba a mejorar ni a volver a dormir nunca bien y, por tanto, le facilita el sueño las siguientes noches.

D. Técnica de restricción del sueño

Esta técnica consiste en limitar el tiempo que pasa en la cama cada noche la persona que sufre insomnio. Tiene por objetivo aumentar lo que llamamos presión del sueño, que consiste en el tiempo que una persona lleva despierta y el cansancio que lleva acumulado a lo largo del día.  El terapeuta recomienda al paciente mantener relativamente constante el número de horas que pasa en la cama haya dormido bien o mal.

Esta técnica requiere una colaboración activa por parte del paciente, ya que su instinto le va a pedir seguir más horas en la cama de las que su terapeuta le recomiende. Es posible que se sienta privado de sueño unos días, pero después podrá recuperar su patrón normal de sueño reparador.

En conclusión, el insomnio es un problema frecuente en la sociedad, con un gran número de efectos nocivos sobre la salud tanto física como psicológica del individuo.

No obstante, existen una serie de medidas que se pueden llevar a cabo para mantener el insomnio a raya y poder disfrutar de un sueño adecuado, y se resumen en

-Acuéstate y despiértate a la misma hora todos los días, incluyendo los fines de semana.

-Haz actividad física. La actividad regular promueve dormir mejor.

-Revisa tus medicamentos para ver si pueden contribuir al insomnio.

-Evita o limita las siestas.

-Evita o limita la cafeína y el alcohol, y no consumas nicotina; así como las comidas y bebidas abundantes antes de acostarte.

-Haz que tu dormitorio sea un lugar cómodo, y úsalo solamente para dormir o para tener relaciones sexuales.

Bibliografía

https://www.iis.es/causas-problemas-combatir-el-insomnio-tratamiento-sintomas/

https://muysaludable.sanitas.es/salud/insomnio-consejos-para-combatirlo/

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/insomnia/symptoms-causes/syc-20355167

https://medlineplus.gov/spanish/insomnia.html

https://psicologiaymente.com/meditacion/que-es-mindfulness

https://www.mindfulness-salud.org/mindfulness/que-es-mindfulness/

https://www.neurofisiologiaclinica.es/estudios-de-sueno

https://cinfasalud.cinfa.com/p/insomnio/

Fecha de última modificación: 28/04/2021

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ICTUS. CONOCERLO PUEDE AYUDARTE A SALVAR MÁS DE UNA VIDA.

El ictus es la primera causa de mortalidad entre las mujeres españolas y la segunda en los varones, según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV-SEN).

En Europa mueren 650.000 personas anualmente por esta causa y, de ellas, 40.000 son españolas.

Al año se detectan unos 120.000 casos nuevos. De hecho, cada 6 minutos se produce un ictus en España.

Esta patología es más común a edades más avanzadas, ya que el  75% de los ictus ocurren en personas mayores de 65 años.

Se estima que, en el 2050, España tendrá una de las poblaciones más envejecidas del mundo, por lo que se prevé que el impacto demográfico, sanitario y social del ictus aumente en las próximas décadas.

No obstante, el ictus no sólo afecta a los sectores más envejecidos de la población. Cada vez se registran más casos entre adultos jóvenes, debido a los hábitos de vida incorrectos e insanos que adoptan. Hoy en día, entre el 15% y el 20% afectan a individuos menores de 45 años.

Se estima el coste social del ictus en más de 6000 millones de € Esta cifra representa aproximadamente el 5% del gasto sanitario público.

¿Qué es un Ictus?

El ACV o ictus es una enfermedad vascular que afecta a las arterias cerebrales. Aparece cuando se interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro, que se puede deber a la obstrucción o la rotura de dichas arterias cerebrales.

Esto ocasiona que las células del cerebro se queden sin oxígeno, perdiendo su  función, y dando lugar a hemiparesias, trastornos del habla y otras muchas afecciones.

Los síntomas comienzan a aparecer unos 10 segundos después de que se altere el riego sanguíneo del cerebro y cuanto más tiempo trascurra entre el inicio del ictus y su detección, mayor es el riesgo de que la persona tenga un peor pronóstico; por ello es importante actuar de manera rápida y coordinada.

Existen 2 grandes tipos de ICTUS:

  • El ICTUS Isquémico es el más frecuente, ya que representa el 85% de los casos. Este tipo de ICTUS se da como consecuencia de la obstrucción de una arteria cerebral debido a un trombo o émbolo.
  • El ICTUS Hemorrágico, que representa el 15% de los casos. La mayoría de las ocasiones se da por un TCE, aunque también puede ser resultado de la rotura de un aneurisma u otras causas.
Imagen obtenida de Slideshare

Síntomas // Detección Precoz

Existen seis señales de alarma que alertan sobre la posibilidad de estar sufriendo un ACV, y que debemos conocer e identificar a la perfección:

1. Pérdida súbita de visión, tanto parcial como total, ya sea en uno o en los dos ojos.

2. Alteraciones de la sensibilidad de aparición súbita. Se definen como sensación de “hormigueo o acorchamiento”, y podrán aparecer en la cara, brazo y / o pierna de un lado del cuerpo.

3. Alteración brusca del habla, cuesta expresarse, articular palabras y ser entendido.

4. Pérdida de la fuerza de inicio súbito en un brazo y / o pierna de un lado del cuerpo.

5. Dolor de cabeza de intensidad inusual, inicio repentino y sin ninguna causa aparente.

6. Aparición brusca de vértigo intenso, sensación de desequilibrio o caídas producidas sin aparente explicación, en presencia de alguno de los síntomas anteriores.

Ante cualquier persona que presente los síntomas previamente descritos, es fundamental su traslado al hospital, preferiblemente a aquellos con unidad de Ictus, donde recibirá de manera urgente tratamiento Neurológico Especializado. Las primeras tres horas son cruciales, con lo que cuanto antes se reciba el tratamiento, más probabilidades de evolución positiva y pronóstico favorable. De hecho, a partir de las tres horas desde la aparición de los primeros síntomas, el tratamiento pierde su eficacia, por lo que es imprescindible actuar con rapidez.

En el siguiente video se describe cuáles son los síntomas más frecuentes de los ictus y como detectarlos y actuar en caso de detectarlos. Además se hace en modo de canción para que sea más fácil memorizarlo.

Prevención de Ictus

El mejor tratamiento del ICTUS, al igual que ocurre en otras muchas patologías, es la prevención.

Y por ello es importante que conozcamos los factores de riesgo del Ictus para así llevar a cabo una serie de medidas que nos permitan evitar la aparición de dichos ictus.

Los factores de riesgo  se dividen en 2 tipos:

•No modificables:

-La edad: las personas de edad avanzada son las principales víctimas de la mayor parte de los ACV.

-Sexo: las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque cerebral en el curso de la vida. El uso de píldoras anticonceptivas del embarazo constituye un riesgo de ataque cerebral especial para las mujeres.

-Herencia genética: se ha visto que el riesgo de ACV es mayor en personas con antecedentes familiares previos.

•Modificables:

-Hipertensión arterial: este es el factor de riesgo más importante para el ataque cerebral porque es la causa principal de esta urgencia médica.

-Hipercolesterolemia   -Diabetes  -Tabaquismo –      Obesidad

-Ausencia de ejercicio físico    -Enfermedades arteriales

-La fibrilación auricular u otras enfermedades cardiacas: en la FA la sangre se acumula y puede coagular, lo que puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque cerebral hasta cinco veces.

Medidas que podemos llevar a cabo

 -informarnos acerca de que es el ictus, factores de riesgo y como prevenirlo

-Control periódico de peso, alimentación

-Mantener una dieta equilibrada.

Practicar ejercicio con regularidad.

-Evitar el tabaco, las drogas y reducir el consumo de alcohol.

-Evitar la obesidad.

-Mantener controles periódicos de la tensión arterial y del colesterol.

-Mantener colesterol total por debajo de 200 mg/dl. En principio habría que hacerlo solo con modificación de hábitos de vida, pero si no es posible, el profesional sanitario puede prescribir tratamiento farmacológico.

-Reducir el estrés: llevar una vida sosegada y no agobiarse por los problemas también tiene efectos preventivos, puesto que se ha detectado un lazo entre los niveles elevados de estrés y los casos de ictus.

Recursos para pacientes de Ictus

Existen una gran variedad de recursos disponibles para las personas que han sufrido un ictus y sus familias. El objetivo de dichos recursos es ayudar a la rehabilitación de estos pacientes, facilitar que recuperen las habilidades que han perdido a causa del Ictus; o aprendan nuevas formas de realizar determinadas actividades.

A nivel nacional tenemos la Federación Española de daño cerebral (FEDACE)

A nivel de Castilla y León encontramos diversos recursos, todos ellos disponibles en https://www.saludcastillayleon.es/AulaPacientes/es/asoc-pacientes/ictus

En concreto en Salamanca, encontramos ASDACE. Es la asociación salmantina de daño cerebral adquirido.

Esta asociación realiza diferentes actividades (de Tai – chi y ocio y tiempo libre), sesiones de fisioterapia, neuropsicología, logopedia, terapia ocupacional; y otras muchas intervenciones.

Podéis adquirir información sobre como contactar con ellos, horarios, disponibilidad en ASDACE

Bibliografía

-Mayo Clinic. Accidente cerebrovascular. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/stroke/diagnosis-treatment/drc-20350119

-Sanitas. ¿Qué es un Ictus hemorrágico? https://muysaludable.sanitas.es/salud/que-es-un-ictus-hemorragico/

-Clinic Barcelona. Ictus. https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/ictus/tratamiento

– CHU Albacete. Protocolo de tratamiento de Ictus https://www.chospab.es/area_medica/medicinainterna/PROTOCOLOS/ictus.htm

– Sacyl. JCYL. Accidente cerebrovascular. https://www.saludcastillayleon.es/profesionales/es/procesos-asistenciales/procesos-asistenciales-gerencia-regional-salud/accidente-cerebrovascular-agudo  

-Federación Española de Ictus. https://ictusfederacion.es/infoictus/prevencion/  

-Elsevier. Abordaje de los ictus: colaboración entre Atención Primaria y Especializada. https://www.elsevier.es/es-revista-semergen—medicina-familia-40-articulo-abordaje-los-ictus-colaboracion-atencion-primaria-especializada-13077016

Fecha de última modificación: 03/04/2022

Actualidad

Estrés en sanitarios. Recursos y métodos para afrontarlo

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Los resultados preliminares de la investigación ‘Sanicovid-19: impacto emocional frente al trabajo por la pandemia del Covid-19- en personal sanitario’ llevado a cabo por el Laboratorio de Psicología del Trabajo y Estudios de Seguridad de la Universidad Complutense, ha puesto de manifiesto que el 53 % de estos trabajadores sanitarios presentan valores compatibles con estrés postraumático, tras la primera oleada de atención hospitalaria por Covid-19.

El estudio revela además que el 79,5 % de los sanitarios presenta síntomas de ansiedad, siendo compatibles con trastorno de ansiedad severo en un 21,2 % del total. Así como que el 51,1% de los trabajadores ha mostrado síntomas depresivos, que pueden ser compatibles con depresión severa en el 5,6 % de los casos.

¿Qué es el estrés?

El estrés lo podemos definir como “el proceso que se pone en marcha cuando una persona percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante de sus recursos”. Estos hechos suelen venir dados por cambios que producen un desequilibrio en el bienestar personal.

El estrés no tiene por qué tener siempre consecuencias negativas, puede ser una oportunidad para poner en marcha nuevos recursos personales. El problema viene cuando las demandas que nos produce el estresor son mayores a los recursos que tenemos y esta situación se alarga en el tiempo.

Síndrome general de Adaptación

Ante una percepción de peligro se desencadena un conjunto de reacciones fisiológicas y psicológicas que se denomina “Síndrome General de Adaptación” que se divide en tres momentos muy bien definidos:

-Fase de alarma: Se produce cuando hace su aparición una amenaza, y se desencadenan los procesos fisiológicos de respuesta ante un peligro: liberación de adrenalina, que produce un aumento de la frecuencia respiratoria y cardiaca, un aumento de azúcar en los músculos…

Si se puede superar la amenaza se pone fin al SGA, pero si la situación perdura en el tiempo, el organismo tiene que disminuir la cantidad de recursos que moviliza y entra en la segunda fase

-Fase de resistencia o adaptación: En ella el organismo sigue en una hiperactivación, pero menor que en la fase anterior, permitiendo que el cuerpo pueda aguantar periodos más largos de tiempo.

Si no se consigue el objetivo de adaptarse o superar la presencia del estresor, esta activación puede llevar al organismo a una situación de agotamiento, entrando en la última fase

-Fase de agotamiento: No hay suficientes recursos adaptativos para afrontar la situación y el organismo pierde de manera progresiva su capacidad de activación.

Tipos de estrés

Existen 2 tipos de de estrés en función de su duración:

Agudo: aparece y desaparece de manera rápida. Es de corta duración. Todos la tenemos en algún momento de nuestra vida. Es la respuesta normal del cuerpo a las situaciones externas.

Crónico: es aquel que se presenta durante un período largo de tiempo (semanas a meses). No es una respuesta normal, adecuada del organismo; por tanto presenta un problema de salud para el individuo. Es necesario tratarlo cuanto antes para evitar que acabe provocando un problema grave a la persona y prevenir complicaciones.

Signos y síntomas de estrés crónico

  • Diarrea o estreñimiento
  • Mala memoria      
  • Dolores y achaques frecuentes
  • Cansancio
  • Falta de energía o concentración
  • Problemas sexuales
  • Cuello o mandíbula rígidos
  • Dolores de cabeza  
  • Malestar de estómago
  • Pérdida o aumento de peso
  • Problemas para dormir o dormir demasiado  

Sindrome de Burnout

A nivel de los profesionales sanitarios existe una alta prevalencia de niveles elevados de estrés que también recibe el nombre de síndrome de burnout o síndrome del trabajador quemado. Dicha prevalencia, en esta época, está en aumento debido a la situación actual del país y del mundo con motivo de la pandemia de COVID, por la que la carga de trabajo sanitario cada vez es mayor; hecho que no es compensado con un aumento de los recursos humanos.

Es importante conocer que este síndrome tiene carácter cíclico y que consta de varias fases en las que se pueden encontrar los trabajadores:

-Fase de entusiasmo: El trabajador está entusiasmado y las expectativas son positivas.

Fase de estancamiento: La persona comienza a sentir que sus expectativas no se están cumpliendo, y se empieza a replantear la relación entre esfuerzo de realizar ciertas tareas y el beneficio emocional que recibe.

Fase de frustración: Se empieza a cuestionar la eficacia del esfuerzo personal que realiza, normalmente, la falta de recursos personales y organizacionales nos conduce a la siguiente etapa. En la persona se produce un agotamiento emocional y sentimientos de falta de realización personal.

-Fase de hiperactividad y apatía: el trabajar intenta compensar la falta de realización personal con mayores esfuerzos en su trabajo, pero se produce una sobrecarga y aumenta el agotamiento emocional. Al final se produce el colapso y la persona comienza a distanciarse de lo laborar. Se produce un fenómeno de despersonalización.

-Fase de estar quemado: Esta situación nos puede empujar a dejar el empleo.

MANIFESTACIONES DEl SÍNDROME DE BURNOUT

El síndrome de burnout es una respuesta de la persona ante situaciones de estrés crónico, un trabajo en difíciles condiciones y en contacto directo con pacientes, y se manifiesta por:

• Cansancio emocional: se encuentra con los recursos emocionales perdidos, utilizando con gran frecuencia las expresiones “estoy agobiado”, “ya no puedo más”, “me encuentro en el límite”…

• Despersonalización: el facultativo se muestra con actitud negativa e incluso insensible antes los pacientes a los que tiene que atender diariamente.

• Falta de realización: se siente incapaz de lograr las metas propuestas, lo que le hace sentir mal.

Estas manifestaciones desadaptativas deben aparecer al menos durante un período de 6 meses, y se considera un factor desencadenante tanto por un excesivo grado de exigencias como por disminución o escasez de éstas.

Herramientas para manejar el estrés

Existen varias herramientas que pueden ayudarnos a combatir los efectos negativos del estrés:

·Intentar eliminar los estresores, en la medida de lo posible, haciendo lo posible para evitar la sobreexposición. El estrés depende mucho de la intensidad de la situación y de la persona que lo percibe, muchas veces no podemos eliminar una situación estresante pero podemos cambiar la forma en la que respondemos.

·Apoyo social.  Un apoyo social fuerte mejora la resilencia al estrés. Algunas personas son buenas escuchando y empatizando.

·Dieta equilibrada. Algunas personas sometidas a estresores tienen a comer muchas más cantidades mientras que a otras se les puede quitar el apetito. Una dieta que contiene una gran cantidad de nutrientes es la mejor elección para proteger la salud y mantener la energía.

·Relajación.  La meditación puede reducir el estrés y la ansiedad, incluso en periodos cortos de tiempo. Podemos empezar con cinco minutos en un sitio silencioso y centrarnos en la respiración.

·Mantener una rutina en el sueño. Intentar evitar la cafeína y el alcohol por la tarde-noche y las pantallas que produzcan luz azul.

·Mantener las actividades de ocio. Dar un paseo por la naturaleza, leer un libro, pintar…

·Realizar ejercicio físico.

·Buscar ayuda. Si sentimos que la autoayuda no es suficiente para combatir los efectos del estrés, podemos pedir ayuda a un profesional. Nos ayudará a identificar las situaciones o los comportamientos estresantes y desarrollará un plan de acción para cambiar los estresores o nuestras respuestas a ellos. Para los trabajadores del sacyl que quieran ponerse en contacto con el equipo de ayuda psicológica haga click aquí.

APP SER + CONTRA COVID

Esta aplicación está específicamente diseñada para la situación actual; y permite a los profesionales sanitarios llevar a cabo una autoevaluación sobre sus recursos y capacidad para afrontar el estrés generado por la actual pandemia de Covid-19.

Además muestra consejos y recomendaciones para superar situaciones de estrés en las que el profesional sanitario ve superados sus recursos para hacer frente a las situaciones de estrés.

Bibliografía:

  1. Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés – S.E.A.S.
  2. Estilo de vida saludable. Control del estrés. Mayo Clinic.
  3. Apoyo psicológico para profesionales en la pandemia por COVID-19. Salud Castilla y León.
  4. Herramientas de ayuda para afrontar el estrés. Sacyl
  5. El síndrome de burnout y los profesionales sanitarios. ScienceDirect
  6. Manejo del estrés en profesionales sanitarios. DAE editorial.
  7. El estrés y su salud. MedlinePlus

Fecha de última modificación: 13/11/2020