Actualidad

Adherencia terapéutica. Test para evaluarla.

La Adherencia terapéutica es la herramienta usada para comprobar el grado de cumplimiento del tratamiento prescrito a un paciente. 

En España, según la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria, el porcentaje medio de adherencia ronda el 50%, es decir, sólo el 50% de los pacientes crónicos cumplen con el tratamiento prescrito. 

Esto es un problema sanitario de primer orden que provoca en España 18.000 muertes prematuras anuales. 

La buena adherencia terapéutica es principalmente responsabilidad del paciente, pero parte de ésta lo es también del profesional sanitario ya que para poder propiciarla deben conocer los factores que están relacionados con ella. 

FACTORES RELACIONADOS CON LA ADHERENCIA TERAPÉUTICA

Factores Socioeconómicos: Destaca la importancia del soporte familiar y social del paciente. Aquellos que cuentan con un buen soporte emocional o forman parte de una familia cohesionada tienen una mejor adherencia. Por el contrario, aquellas enfermedades altamente estigmatizadas por la sociedad (VIH, TBC, Pat. Psiquiátricas…) pueden impactar de forma negativa en la adherencia. 

Asimismo, la clase social baja o tener problemas socioeconómicos pueden influir negativamente. 

Factores relacionados con el Sistema Sanitario: En cuanto a la relación profesional-paciente, una comunicación deficiente, la falta de confianza o la insatisfacción por la atención recibida en algún momento pueden influir negativamente en la adherencia. 

La falta de accesibilidad a la atención sanitaria, largos tiempos de espera, horarios limitados son factores que influyen de forma negativa también. 

Factores relacionados con el tratamiento: La administración múltiple diaria, tratamientos con pautas complejas o la necesidad de una cierta forma de administración (ayunas, separada de ciertos fármacos…) empeoran la adherencia. Otro factor importante es la duración del tratamiento, muchos estudios han demostrado que duraciones largas también la empeoran. 

Factores relacionados con la patología: La ausencia de síntomas o la mejoría clínica pueden suponer una barrera. Por el contrario, cuando hay empeoramiento o la enfermedad provoca cierto grado de discapacidad generalmente se produce un efecto positivo en la adherencia. 

Factores relacionados con el paciente: La edad (Cuanto más joven, menor adherencia), estado civil (algunos estudios afirman que el matrimonio o vivir en compañía son factores favorecedores), el perfil anímico (las personas optimistas, satisfechas con su vida, con capacidad de autocontrol y de afrontamiento del diagnóstico tienen mayor adherencia). Las creencias en cuanto a la enfermedad, posibilidad de curación, expectativas poco realistas del beneficio del tratamiento…son también barreras. 

Existen factores involuntarios como el deterioro cognitivo o los problemas de memoria que dificultan la adherencia.

CÓMO MEDIR LA ADHERENCIA TERAPEUTICA 

Métodos directos: Uno de ellos es la determinación plasmática de fármacos cuyo inconveniente es que no está disponible para todos los fármacos y que debido a la farmacocinética puede haber variabilidad interindividual. Otro método directo es la terapia directamente observada en la que existe el inconveniente de que el paciente esconda la medicación hasta que deje de ser observado. 

Métodos indirectos: Actualmente, gracias a la implementación de la receta electrónica tenemos información de los datos de dispensación. Pero en la práctica clínica diaria es de gran utilidad evaluar la información proporcionada por el paciente o cuidador, ya sea a través de entrevista o cuestionarios

Test de Batalla (Conocimiento sobre la enfermedad)Cuestionario ARMS-e (Pacientes pluripatológicos)
The Beliefs about Medicines Questionnaire (BMQ)  (Creencias sobre medicación)The Medication Adherence Report Scale (MARS)  (Creencias y barreras validado en psicosis)
Brief Medication Questionnaire (Cuestionario Breve de la Medicación)  (Comportamiento relativo a la toma de medicación)Drug Attitude Inventory (DAI o Inventario de Actitudes hacia la Medicación)  (Pacientes psiquiatricos)
Test de Haynes-Sackett (Nivel de cumplimiento del tratamiento)Hill-Bone Compliance Scale  (Pacientes hipertensos)
Test de Morisky-Green (Actitud ante la medicación)The Simplified Medication Adherence Questionnaire (SMAQ)  (Pacientes con tratamiento antirretroviral)
Cuestionarios para evaluar la adherencia terapéutica

ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA ADHERENCIA TERAPEUTICA 

Técnicas: Exclusivamente médicas. Depende de la disponibilidad de alternativas de tratamiento. 

  • Pautar dosis menos frecuentes. 
  • Buscar un régimen de tratamiento más simple. 
  • Usar una forma de liberación controlada. 
  • Emplear presentaciones que combinen varios fármacos en el mismo comprimido. 

Educativas y comunicativas: La buena comunicación es uno de los factores que más influyen en la adherencia. Al prescribir una nueva medicación es fundamental que se le explique al paciente cómo tomarla. 

  • Averiguar lo que sabe el paciente: ¿alguna vez ha tomado una medicación parecida? ¿Qué problemas se ha encontrado? 
  • Usar un lenguaje sencillo, con frases cortas y sin tecnicismos. Hablar despacio. 
  • Dar la información precisa y empezando por la más importante, ya que lo que se explica al principio es lo que mejor se recuerda. 
  • Si es necesario, mostrar cómo tomar el tratamiento (por ejemplo, si es un inhalador) y después solicita al paciente que lo haga él. 
  • Pídele que repita las indicaciones. 
  • Animarlo a preguntar y a expresar su opinión, sus dudas y sus reticencias. 
  • Se puede hacer uso de infografías y material escrito. 

En las visitas sucesivas hay que indagar sobre la adherencia, informándole que el objetivo no es decirle que hace mal sino buscar soluciones a los problemas que le puedan surgir. 

Conductuales:

  • Sistemas de recuerdo físicos: Pastilleros, por lo general mensuales, que se preparan en la farmacia, con toda la medicación del paciente clasificada por días. 
  • Sistemas de recuerdo horario: Alarmas o involucrar a los familiares/cuidadores del paciente, en la medida de su disponibilidad. 
  • Sistemas de recuerdo de pauta e instrucciones: Hoja escrita personalizada con todos los medicamentos y el horario de las tomas, la posología, etc.; aplicaciones para móviles; anotaciones en la caja… 

Apoyo social: componentes (verbales o no verbales) proporcionados por la comunidad, la familia o amigos que influyan positivamente en la conducta del paciente. Puede ser una ayuda a domicilio, terapia familiar o grupos de apoyo. 

SEGUIMIENTO

La mejora de la adherencia requiere un proceso continuo y dinámico. Es necesario programar una revisión como mínimo cada 6 meses (dependiendo de las necesidades detectadas). Uno de los momentos adecuados para realizar esta revisión es cuando se produce algún cambio importante en el estado de salud del paciente (alta hospitalaria, aparición de nuevos problemas de salud o descompensación de los actuales…). 

BIBLIOGRAFIA

Cuestionarios – Plataforma Adheridos Servier 

Adherencia terapéutica: factores modificadores y estrategias de mejora (isciii.es) 

https://scielo.isciii.es/pdf/ars/v59n3/2340-9894-ars-59-03-163.pdf

Microsoft Word – DOCUMENTO ADHERENCIA TERAPÉUTICA_COMPLETO3.doc (saludcastillayleon.es)

Fecha de última modificación: 29/08/2022

Infografías, Infografias para pacientes

Documento de instrucciones previas, ¿Cómo lo hago?

Como ya explicamos en una entrada anterior (a la que podéis acceder clicando AQUI) El «DOCUMENTO de INSTRUCCIONES PREVIAS», recoge los deseos expresados, de forma anticipada, por una persona sobre los cuidados y tratamientos de salud que desea recibir para que sean tenidos en cuenta por el médico o por el equipo sanitario responsable de su asistencia en aquellos momentos en los que se encuentre incapacitado para expresarlos personalmente. 

Es muy importante que, desde Atención Primaria, tanto medicina como enfermería informe del mismo al paciente.  

Por ello hemos creado una infografía, que nos sirva de apoyo en la consulta y podamos entregar al paciente, en la cual se explica la forma de cumplimentarlo y de registrarlo. 

Autores: María Limorti Martín, Isabel Bautista Blázquez, Irene Martín Sanz, Pablo Martínez García, Irene Tabernero de Arriba, Juan Pablo Iglesias Casado.
Autores: María Limorti Martín, Isabel Bautista Blázquez, Irene Martín Sanz, Pablo Martínez García, Irene Tabernero de Arriba, Juan Pablo Iglesias Casado.

Fecha de última modificación: 03/04/2022

Actualidad

PREVECION DE CAIDAS EN EL ADULTO MAYOR

Las caídas son la causa principal de lesiones en las personas mayores, especialmente entre las mujeres. A medida que se envejece, las probabilidades de caerse son mayores.

El 30% de los mayores de 65 años y el 50% de los mayores de 80 años, se caen al menos una vez al año, y de éstos, más de la mitad volverá a caerse en el siguiente año. Un 10% del total de caídas provocan daños graves de los que la mitad son fracturas.

 Pero éstas no son inevitables, se pueden prevenir. 

Las caídas se originan por la interacción de los factores relacionados con la salud del paciente (intrínsecos) y factores del entorno (extrínsecos). 

Estos factores pueden identificarse con una valoración clínica, identificación de los factores de riesgo intrínsecos, comorbilidad, valoración funcional y riesgos ambientales.

Las investigaciones existentes refuerzan la importancia de realizar una adecuada valoración de enfermería a las personas mayores en riesgo de sufrir caídas recurrentes, a través de diferentes instrumentos para detectar las áreas específicas de intervención. 

Las intervenciones multifactoriales, a partir de los problemas detectados, son la estrategia de mayor efectividad en la prevención de caídas. Se componen de programas de ejercicios, consejo sobre uso de dispositivos de apoyo, revisión y modificación de la medicación, tratamiento de la hipotensión postural y de los problemas visuales así como modificación de los riesgos domiciliarios. 

VALORACION DEL RIESGO DE CAIDAS

Tanto la guía NICE sobre prevención de caídas como las sociedades británica y americana de Geriatría recomiendan un cribado anual de las personas mayores de 65 años sobre antecedentes de caídas. 

Para valorar el riesgo de caídas no hay consenso en cuanto a la utilización de un instrumento de valoración o escala, existen varios instrumentos que evalúan la marcha y el equilibrio, por consiguiente, el riesgo de caídas: 

  1. Test levántate y anda cronometrado (Time Up and Go Test – TUG). 
  • Se mide el tiempo que tarda en levantar de una silla con reposabrazos, caminar 3 metros, regresar a la silla y sentarse. Se hace primero un intento a modo de prueba y luego se repite otras dos veces, siendo cronometrado y se anota el mejor tiempo. 
  • El tiempo de administración es de 2 minutos. 
  • Se considera correcto si se realiza en 10 segundos o menos, cuando es 20 segundos o más se detecta fragilidad y se considera elevado riesgo de caídas. 
  1. Escala J. Downtown. 
  1. Short Physical Performance Battery (SPPB)

Consiste en la realización de 3 pruebas: 

  • Equilibrio: en 3 posiciones (pies juntos, semi-tandem y tándem) 
  • Velocidad de la marcha: sobre 2 o 4 metros. 
  • Levantarse y sentarse en una silla 5 veces. 

Es muy importante respetar la secuencia de las pruebas para no fatigar al paciente. El tiempo medio de administración es de 6-10 minutos. La puntuación resulta de la suma de las 3 pruebas y oscila entre 0 (peor) y 12. Una puntuación por debajo de 10 indica riesgo de caídas. 

Aunque existen estas pruebas para valorar marcha y equilibrio, el Ministerio de Sanidad recomienda las siguientes preguntas de cribado: 

  • ¿Ha sufrido alguna caída en el último año que haya precisado atención sanitaria? 
  • ¿Ha sufrido dos o más caídas al año? 
  • ¿Presenta algún trastorno de la marcha considerado significativo? (Si la prueba de ejecución está alterada consideraremos positiva esta pregunta). 

Tras la valoración se clasificará a la persona como: 

Persona con bajo riesgo de caídas –> las tres respuestas negativas. 

A estas personas se les ofrecerá consejo sobre actividad física habitual y alimentación saludable englobadas en el consejo integral sobre estilos de vida saludable y se realizará una nueva evaluación del riesgo de caídas al año. 

Persona con alto riesgo de caídas –> 1 respuesta afirmativa a cualquiera de las 3 preguntas. 

En todo paciente anciano con antecedente de caída sin lesiones se recomienda realizar el test Get Up and Go. 

A estas personas se les realizará una intervención preventiva centrada en tres componentes:  

– Programa de actividad física: resistencia aeróbica, flexibilidad, equilibrio y fuerza muscular  

 – Revisión de medicación: centrada en la revisión de los fármacos que afectan negativamente a las personas con riesgo de caídas siguiendo los criterios STOPP/START. 

 – Revisión de riesgos del hogar: valoración del domicilio de forma oportunista aprovechando visita al domicilio por personal del centro (enfermera, trabajador social…), ya que más de la mitad de las caídas se producen en el domicilio. 

Se realizará una evaluación semestral (al menos) de la intervención realizada. 

CÓMO PREVENIRLAS

ACTIVIDAD FISICA: 

Imagen obtenida de Freepik

Se ha demostrado que realizar ejercicios de flexibilidad, fuerza-resistencia, equilibrio, y de coordinación, mejora la movilidad, la percepción de la salud y previene las caídas en las personas mayores.  

Además de salir a caminar todos los días o a días alternos, es conveniente realizar los siguientes ejercicios dos o tres días a la semana: 

1. Calentamiento (ejercicios dinámicos): se realizarán de pie (10 veces cada uno). Sirven también para mejorar la flexibilidad. 

  • Círculos con los tobillos: primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda.  
  • Doblar y estirar las rodillas: con los pies paralelos a la altura de las caderas. 
  • Círculos con las caderas: hacia un lado y después hacia el lado contrario.  
  • Círculos con los hombros: hacia delante y hacia atrás.  
  • Ejercicios del cuello: se pueden hacer de pie o sentados. – Decir sí con la cabeza – Decir no con la cabeza – Llevar la oreja derecha hacia el hombro derecho y la oreja izquierda hacia el hombro izquierdo. 
  • Finalmente estiramos los brazos hacia el cielo como si quisiéramos crecer. 

2. Ejercicios de equilibrio: se realizarán de pie (10 veces cada uno). Necesitaremos un balón y un escalón. 

  • Inclinar el tronco hacia la derecha y hacia la izquierda alternativamente.  
  • Inclinar el tronco hacia delante y hacia atrás.  
  • De pie o sentado pasar un balón con las manos.  
  • De pie dar un paso hacia delante, volver a retrasar el pie adelantado hasta volver a tener los dos pies uno junto al otro. Después hacer lo mismo con el otro pie, alternando uno y otro.  
  • Dar un paso hacia un lado, volver a juntar el pie y dar un paso con el otro pie hacia el otro lado, y después volver a juntar el pie y así alternativamente.  
  • Subir el pie a un escalón y bajar el pie del escalón, y así alternativamente con un pie y otro. 

3. Ejercicios de fuerza-resistencia: se realizarán de pie (10 veces cada uno). Necesitaremos una silla y una pared. 

  • De pie con las manos apoyadas sobre el respaldo de una silla ponerse de puntillas. 
  • De pie con las manos apoyadas sobre el respaldo de una silla ponerse de talones.  
  • Con los brazos en jarra (o manos por detrás de la cabeza), llevar los codos hacia atrás.  
  • De pie con la espalda apoyada en la pared doblar y estirar las rodillas (hacer sentadillas) suavemente.  
  • De pie con las palmas de las manos apoyadas en la pared y los codos estirados, doblar los codos, acercando la cabeza a la pared, posteriormente estiramos los codos alejando la cabeza de la pared. 

4. Estiramientos estáticos para terminar: Se realizarán durante 15-30 segundos en la misma postura, sin hacer rebotes. Necesitaremos una silla y una pared. 

  • Estiramiento de la pantorrilla: De pie con las manos apoyadas en la pared con una pierna adelantada y otra retrasada. Doblamos la rodilla de la pierna adelantada y mantenemos la rodilla de la pierna retrasada semiestirada. La planta de ambos pies está completamente apoyada en el suelo.  
  • Estiramiento de la parte de delante del muslo: De pie con las manos apoyadas en la pared con una pierna adelantada y otra retrasada. Doblamos la rodilla de la pierna adelantada y doblamos ligeramente la rodilla de la pierna retrasada, llevando el peso de nuestro cuerpo hacia la pierna adelantada. La sensación de estiramiento se siente en la parte de delante del muslo. La planta de ambos pies permanece apoyada por completo en el suelo.  
  • Estiramiento de toda la espalda: desde la postura de pie con los pies a la anchura de las caderas, con las rodillas ligeramente dobladas doblamos el tronco hacia delante, apoyando las manos sobre el respaldo de una silla firme. La sensación de estiramiento se siente en la espalda y en la parte de atrás de las piernas.  
  • Estiramiento de la parte de atrás del muslo: sentados con uno de los pies más adelantado (la rodilla de esa pierna más estirada), doblamos el tobillo llevando los dedos del pie adelantado hacia nosotros, sin despegar el talón del suelo. Estiramos primero la espalda hacia arriba (no hacia atrás) y después doblamos el tronco hacia delante hacia la pierna adelantada, hasta donde lleguemos, nos ayudamos apoyándonos con los brazos sobre dicha pierna. La sensación de estiramiento se siente en la parte de atrás del muslo. 

REVISION DE LA MEDICACION:

La polimedicación y los cambios recientes de dosis aumentan el riesgo de caídas. 

Cualquier medicamento que pueda provocar hipotensión, sedación, somnolencia, mareo, hipoglucemias, problemas en la visión, alteraciones del movimiento, cambios cognitivos, etc. puede contribuir al riesgo de caídas. 

 La revisión de la medicación es un componente clave de las intervenciones multifactoriales de prevención de caídas. 

REVISION DE LOS RIESGOS EN EL HOGAR: 

Imagen obtenida de Freepik
  • Tener siempre una buena iluminación (si hay escaleras tener interruptor en la parte inferior y superior de las mismas); enciende las luces cuando te levantes por la noche. 
  • Evitar tener alfombras; pero en caso de usarlas, asegurarse de que quedan bien sujetas al suelo y que no tienen arrugas o pliegues que faciliten los tropiezos. 
  • Quitar las cosas con las que puedes tropezar (paquetes, cables de aparatos eléctricos, del teléfono, etc.) de las zonas de paso. 
  • Usar un calzado que sujete bien el pie, con suelas no resbaladizas. No tacones o zapatos tipo zueco o chancleta. 
  • Procurar que los utensilios que utilizas habitualmente estén al alcance de la mano (sobre todo en la cocina). Para acceder a lugares altos utiliza escaleras estables (no taburetes). 
  • No usar abrillantadores o ceras para limpiar el suelo. 
  • En el cuarto de baño: 
  • Sustituir la bañera por un plato de ducha (si es posible) y colocar barras de apoyo, fijadas a la pared, en bañera o ducha, lavabo e inodoro. 
  • Coloca una alfombrilla antideslizante dentro y fuera de la bañera o plato de ducha. 
  • Mantener el suelo seco después de la ducha 
  • En el dormitorio: 
  • Levántese con cuidado después de estar sentado o tumbado. Siéntese en el borde de la cama o de la silla hasta que éste seguro de que no se marea. 

BIBLIOGRAFÍA: 

Fecha de última modificación: 07/12/2021

Infografías

MEDICION ADECUADA DE LA PRESION ARTERIAL NO INVASIVA

La tensión arterial (TA) se define como la presión ejercida por la sangre sobre las paredes de las arterias, dependiendo ésta del gasto cardiaco (que depende a su vez del volumen sanguíneo y de la frecuencia cardiaca), y de las resistencias sistémicas al paso de la sangre por el sistema circulatorio. 

Cualquier trastorno que dilate o contraiga los vasos sanguíneos, o afecte a su elasticidad, o cualquier enfermedad cardiaca que interfiera con la función de bombeo del corazón, afecta a la presión sanguínea. 

Una de las patologías que con más facilidad se pueden descubrir durante un examen periódico de salud a una persona es un aumento de la presión arterial por encima de los valores internacionalmente aceptados de normotensión. 

A pesar de ser un valor instantáneo, no se puede afirmar que alguien es hipertenso a raíz de una toma de tensión arterial aislada, siendo necesario derivar al paciente a su centro de salud para un estudio más minucioso del caso. 

En el proceso de medida de la TA existen diferentes factores que pueden influir en sus cifras finales: 

  • Dependientes del profesional: desinterés, falta de tiempo, técnica deficiente, redondeo de las cifras, déficit auditivo o visual… 
  • Dependientes del paciente: Dolor, ansiedad, arritmias cardiacas, distensión vesical, brazo con ropa o en mala posición, el fenómeno de “bata blanca”. Para evitar este fenómeno cada vez se está instaurando más el AMPA (automedición de la PA) que consiste en la medida de la PA, efectuada en el domicilio del paciente, por personas que no son profesionales sanitarios, es decir, e propio pacientes o familiares, siempre con un aparato homologado, y acuda al CS con las cifras apuntadas. 
  • Dependientes del material: alteraciones del manguito…

Tipos de esfigmomanómetros: 

  • Aneroide: esfera con aguja indicadora, bolsa insuflable, pera, válvulas y conexiones. 
  • Electrónico: medición electrónica. 
  • Mercurio: columna de mercurio. 
  1. REQUISITOS PARA TOMAR LA PA: 
  • Ambiente tranquilo, con una temperatura ambiente en torno a 20ºC. 
  • Reposo previo de mínimo 10 minutos. 
  • Se desaconseja el tabaco, alcohol, comida, bebidas con cafeína o estimulantes al menos 1 hora antes de la medida. 
  • Utilizar, si es posible el mismo aparato (revisado y calibrado) y misma hora del día, preferiblemente por la mañana en ayunas. 
  • El manguito debe estar colocado a 2-3 cm de la flexura del codo. 
  • Medir la PA siempre en el mismo brazo, el que tenga las cifras más altas, que suele ser el dominante. 
  • Posición: relajado, brazo a la misma altura del corazón y sin cruzar las piernas. No debe haber ropa oprimiendo el brazo. 
  • Si es normotenso apenas influye la posición. Si es hipertenso, se debe tomar colocando al paciente en decúbito supino y bipedestación. También es aconsejable tomar la PA en bipedestación a personas mayores de 65 años. 
  • Tener el brazo por encima del nivel del corazón nos dará una cifra más baja que la real que tenga el paciente. 
  • Anchura del manguito: Se debe elegir el manguito adecuado en función del diámetro del brazo del paciente. La cámara interior debe cubrir 2/3 de la longitud del brazo y abarcar, al menos, el 75-80% de su circunferencia. 

Un manguito demasiado corto y/o estrecho, dará cifras falsamente elevadas, y por el contrario, un manguito demasiado ancho y/o largo dará cifras falsamente bajas. 

  • Hay que tener en cuenta que la PA en los miembros inferiores es más elevada que el los miembros superiores (entre 10-40 mmHg). 
  1. PROCEDIMIENTO Y MEDICION DE LA PA: 
  • Explicar el procedimiento al paciente. 
  • Determinar la posición correcta del paciente. 
  • Colocar el manguito adecuado y correctamente. 
  • Situar el fonendoscopio sobre la arteria humeral. 
  • Inflar el manguito unos 30 mmHg por encima del punto en el que el pulso radial desaparece. 
  • Desinflar el esfigmomanómetro de forma paulatina y lenta, 2-3 mmHg por segundo. Así se evitan medidas erróneas y se auscultarán bien las 5 fases de Korotkoff: 
    • 1ª fase: Se distingue el primer ruido arterial. Es la PA Sistólica. 
    • 2ª fase: Los ruidos se hacen más suaves, a veces inaudibles. 
    • 3ª fase: Los ruidos se hacen de nuevo audibles como en la primera fase. Esta fase y la anterior no tienen mucha importancia clínica. 
    • 4ª fase: Se produce un cambio en el tono de los ruidos. Esta fase corresponde con la PA Diastólica en embarazadas y niños. 
    • 5ª fase: Desaparecen los ruidos por completo. Se corresponde con la PA Diastólica en el resto de pacientes. 
  • Repetir la medición pasados 5 minutos. Si entre la primera y la segunda medida existe una diferencia de 5 mmHg o más, repetir una tercera medida. 
Autores: María Limorti Martín, Isabel Bautista Blazquez, Irene Martín Sanz, Andrea Sánchez Martínez, Irene Tabernero de Arriba, Juan Pablo Iglesias Casado.

Puedes descargar la infografía en PDF para imprimir, aquí.

Fecha de última modificación: 22/05/2021

Actualidad, Sesiones EIR

EJERCICIO FISICO EN EL PACIENTE DIABETICO

Las personas con diabetes necesitan adoptar medidas para mantener sus niveles de glucemia bajo control, el ejercicio físico aumenta el consumo de glucosa por parte de las células musculares, por lo que su práctica contribuye a disminuir la glucemia tanto durante la realización del mismo como en las horas siguientes. 

Los objetivos del ejercicio físico en estos pacientes van a ser: 

  1. Mejorar el control glucémico 
  1. Disminuir el riesgo cardiovascular 
  1. Retrasar la aparición de complicaciones asociadas a la enfermedad. 

TIPOS DE EJERCICIO FISICO 

  • Ejercicio Aeróbico: involucra grandes grupos musculares en actividades dinámicas que resultan en aumentos de la capacidad cardiovascular. Dentro de este tipo de actividad, caminar es el ejercicio más popular entre los pacientes, debido a que es el que mejor se adapta a las capacidades individuales, tiene poco riesgo de lesiones y no requiere habilidades específicas ni infraestructuras especiales.  

La Asociación de Diabéticos Americana (ADA) recomienda episodios de al menos 10 minutos de este tipo de actividad estableciendo como objetivo los 30 minutos diarios.  

Las ultimas recomendaciones aconsejan hacer ejercicio a diario o al menos no dejar pasar  más de 48h entre sesiones. Además, se debe ir progresando tanto en duración como en  intensidad a medida que pase el tiempo hasta llegar a 150minutos/semana de actividad  física moderada o 75minutos/semana de actividad intensa. 

  • Ejercicio de fuerza: ejercicio anaeróbico diseñado para incrementar la fuerza muscular, la potencia y la resistencia mediante la variación de la resistencia a vencer, numero de series y tiempo de descanso entre ellas. Los efectos de este tipo de ejercicio se limitan a los músculos que se han utilizado para realizarlo.  

Las últimas recomendaciones de la ADA son realizar este tipo de ejercicio 2-3 veces/semana  en días no consecutivos. 

  • Ejercicios de flexibilidad: se concentran principalmente en el estiramiento y relajación de todas las extremidades. Ayudan a incrementar la capacidad de movimiento, agilidad y flexibilidad de las articulaciones.  

Se recomienda realizar este tipo de ejercicios al menos 2 veces/semana, pero, a pesar de todos los beneficios que proporcionan, la ADA recomienda no sustituir los ejercicios aeróbicos o de fuerza por éstos, ya que no se han asociado a mejoras en el control glucémico, composición corporal ni con la acción de la insulina. 

  • Ejercicios de equilibrio y coordinación: enfocados principalmente en músculos que permiten el equilibrio y la estabilidad corporal. Realizarlos puede ayudar a prevenir caídas y ayudan a preservar la independencia.  

Se recomienda su realización 2-3 veces/semana. 

El HIIT (high intensity interval training) o ejercicio interválico es una “nueva” modalidad de ejercicio que alterna periodos cortos de ejercicio de alta intensidad (ejercicio anaeróbico) con periodos de recuperación a través de ejercicios de baja intensidad o descansos. Según la ADA, esta modalidad promueve el aumento de la sensibilidad a la insulina y del control glucémico en diabéticos tipo II y se puede realizar sin deterioro del control glucémico en diabéticos tipo I 

La modalidad que obtiene mejores resultados a través de entrenamiento a largo plazo es la combinación de ejercicio aeróbico y de fuerza (COMBO), pudiendo incluir ambas modalidades en la misma sesión o en días alternos.  

Varios metaanálisis han puesto de manifiesto que tanto el ejercicio aeróbico como el de fuerza tienen un efecto beneficioso con un descenso aproximado del 0,6% de la hemoglobina glicosilada (HbA1C). 

PRESCRIPCION DE EJERCICIO FISICO EN EL PACIENTE DIABETICO 

Las sociedades científicas recomiendan realizar una valoración médica a los pacientes con DM antes de iniciar un programa de ejercicios o una actividad deportiva, tanto para saber si existe alguna enfermedad o complicación que pueda manifestarse o agravarse con la práctica del ejercicio, como para planificar y programar el mismo. 

La evaluación incluirá la historia, el examen físico (incluyendo examen del fondo de ojo, examen de los pies y la detección de neuropatía), electrocardiograma (ECG) de reposo y, posiblemente, prueba de esfuerzo. 

La prescripción del ejercicio se hará según las necesidades y preferencias del individuo con el fin de obtener el máximo beneficio para la salud con los menores riesgos. 

Para ello es importante tener en cuenta los descriptores del ejercicio físico, que se engloban dentro del acrónimo FITT (frecuencia, intensidad, tiempo y tipo), ya que es necesario que el entrenamiento sea estructurado para lograr beneficios en el control glucémico. La influencia de la intensidad, la frecuencia y la duración del ejercicio sobre el control de la HbA1c ha sido analizada, y en este sentido, la realización de más de 150 minutos semanales y la práctica de ejercicio aeróbico de más intensidad se han asociado a mayores descensos de la HbA1c. 

A pesar de que toda sesión de entrenamiento siempre debe ser individualizada, existen una serie de puntos de la estructura general que deben cumplirse: 

  • Fase de calentamiento: duración de 10-15 minutos. Debe constar de tres partes fundamentales que deben seguir este orden. 
  1. Movilidad articular: rotación y movimientos suaves de los distintos ejes articulares. 
  2. Activación cardiorrespiratoria: desplazamientos suaves que impliquen l totalidad del organismo. 
  3. Estiramientos, preferiblemente dinámicos de los grandes grupos musculares. 
  • Fase de ejercicio: en esta fase se realizará el entrenamiento prescrito. 
  • Fase de recuperación: reducir progresivamente la intensidad de la fase de ejercicio en los últimos 5-10 minutos hasta la situación de reposo. Por último, se realizarán estiramientos, en este caso estáticos, con el fin de recuperar y relajar el tono muscular. 

Los mecanismos de adaptación al ejercicio obligan a revisar periódicamente la prescripción del ejercicio inicial. Según la Sociedad Española de Diabetes (SED) existen tres etapas de progresión: 

  • Etapa inicial: El objetivo de esta etapa es preparar al paciente para la práctica de ejercicio evitando lesiones y experiencias desagradables que hagan que abandone su práctica. La duración de esta fase dependerá de la condición cardiorrespiratoria que posea el  paciente pudiendo ir desde 2 semanas hasta 10. 
  • Etapa de mejora de la condición aeróbica: Suele ser la fase más larga. En esta etapa se producen las mejoras más importantes mediante el incremento progresivo de la intensidad y la duración del ejercicio. 
  • Etapa de mantenimiento de la condición aeróbica: el objetivo en esta fase es mantener el nivel alcanzado en las etapas iniciales. Se incluirán variaciones en los ejercicios para mantener la motivación del paciente. 

RIESGOS DEL EJERCICIO FISICO EN EL PACIENTE DIABETICO 

  • Hipoglucemia: es el más frecuente, puede aparecer durante o después de la práctica de ejercicio físico, en ocasiones durante el sueño. El riesgo es mayor en pacientes DM tipo I o aquellos con tratamiento insulínico.  
  • Hiperglucemia y deshidratación: sobre todo en pacientes con un mal control metabólico. Se debe evitar la práctica de ejercicio físico en condiciones tanto de calor como de frio extremos. 
  • Eventos Cardiovasculares: arritmias, claudicación… En el caso de pacientes con enfermedad cardiovascular asociada se deberían evitar actividades hipertensivas, como ejercicios de alta intensidad o levantamiento de grandes pesos. 
  • Hemorragia vítrea o desprendimiento de retina: en pacientes con retinopatía proliferativa. En estos pacientes estaría contraindicado ejercicios en los que la posición de la cabeza sea inferior a la del resto del cuerpo, aquellos que aumenten de forma brusca la TA, así como cualquier ejercicio en el que se realice la maniobra de Valsalva. El buceo también estaría contraindicado por la presión que ejerce el agua. 
  • Lesiones en los pies: estos pacientes deben evitar ejercicios que supongan traumatismos repetidos de cierta intensidad. Si existe neuropatía periférica se deben evitar caminatas prolongadas.  Son aconsejables los ejercicios en medio acuático cuidando muy bien el secado y deben evitar andar descalzos. Estaría contraindicado el ejercicio en caso de presencia de úlceras. 

PRECUCIONES DEL PACIENTE DIABETICO EN RELACION CON EL EJERCICIO FISICO 

  • Control de glucemia. El nivel ideal de glucemia en el paciente diabético antes del ejercicio según la ADA es de 90-150 mg/dl. Si la glucemia es menor de 90mg/dl habría que ingerir una dosis de HdC antes de su realización. Si la glucemia es mayor de 250 mg/dl con cetonuria o mayor de 300 mg/dl sin cetonuria habría que posponer la sesión de ejercicio. Es muy importante que la persona sepa reconocer los signos y síntomas de la hipoglucemia y sepa cómo actuar. REGLA DEL 15  
  • Tratamiento con insulina, en caso de necesitarlo, conocer tipo de insulina, dosis y estrategias de ajuste y corrección para el tipo de ejercicio previsto. Evitar hacer ejercicio durante el pico de acción de la insulina. 
  • Consumo de líquidos antes, durante y después del ejercicio. 
  • Siempre que se pueda, realizar el ejercicio acompañado y evitar lugares solitarios y alejados. 
  • Cuidado de los pies. Revisarlos diariamente, buena hidratación de la piel impidiendo la formación de durezas. Cuidar las uñas. Utilizar zapatillas deportivas con buena amortiguación, para reducir el impacto del pie en el suelo, y calcetines de poliéster o mezcla con algodón, para evitar las erosiones y el aumento de la humedad. 

BIBLIOGRAFIA: 

https://www.sediabetes.org/ 

http://archives.diabetes.org/es/ 

https://estilosdevidasaludable.sanidad.gob.es/actividadFisica/home.htm 

https://www.ine.es/jaxi/Tabla.htm?path=/t00/mujeres_hombres/tablas_1/&file=d06006.px 

https://www.redgdps.org/los-standars-of-medical-care-in-diabetes-2020-ada-2020-20191230#sec8 

Fecha de última modificación: 11/02/2021