Infografías

Infografía: Ejercicios de Kegel

La incontinencia urinaria asociada a la debilidad del suelo pélvico es un problema muy común entre las mujeres. A pesar de haber publicado ya una entrada en el blog sobre este tema (Ejercicios de Kegel, fortalece el suelo pélvico), creíamos que debido a su importancia, una infografía que explicase de forma más clara los pasos a seguir, podría ser de gran ayuda.

Autores: Irene Martín Sanz, Isabel Bautista Blázquez, María Limorti Martín, Irene Tabernero de Arriba, Andrea Sánchez Martínez, Pablo Martínez García

Referencias bibliográficas:

1.MEDLINE https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000141.htm

2. NIH https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-urologicas/consejos-ejercicios-kegel

UBE (urología basada en la evidencia) https://urologiabe.com/2017/06/04/ejercicios-de-kegel-que-son-y-como-se-hacen/

3. EDUBLOG https://enfermeriauva.blogspot.com/2016/12/ejercicios-de-kegel.html

4. Ejercicios del Suelo pélvico. Servicio Andaluz de Salud.

5. Manciles Marin I, Lizarreta Egaña P, Esnal Lasarte O, Múgica Samperio C. Rehabilitación del suelo pélvico. Hospital Universitario de Cruces. Osakideta.

6. Juárez Jiménez MªV, De La Cruz Villamayor JA , Baena Bravo AJ. Puntos clave en los ejercicios de Kegel. Med fam Andal. 2018; Vol 19(1): 53-58.

Fecha de última modificación: 03/04/2022

Infografías

Infografías: Atención al Paciente Crónico Pluripatológico Complejo en AP

En la actualidad, la mayor demanda asistencial procede de los pacientes crónicos, generalmente pluripatológicos y esto es debido al envejecimiento de la población (Castilla y León es la 3ª Comunidad Autónoma más envejecida de España) e incremento de la supervivencia en muchas patologías (lo que deriva en cronificación).

En la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad del SNS se pone de manifiesto la importancia del trabajo de forma coordinada entre el Equipo de Atención Primaria, quien se consolida como el pilar básico en su cuidado, y Atención Especializada (UCA, paliativos, servicios sociales, instituciones residenciales, etc.).

Por todo ello, con la vuelta a la normalidad en los centros de salud, queremos recordar la importancia de realizar una buena atención a los Pacientes Crónicos Pluripatológicos Complejos (PCPPC). Durante la pandemia, muchos pasaron a un segundo plano, con los problemas que esto conlleva para su salud. En el blog ya tratamos el tema anteriormente (Post PCPPC), pero ahora os proporcionamos esta infografía con el objetivo de ayudar a realizar una atención de calidad.  

Referencias bibliográficas:

  1. Junta de Castilla y León. Cartera de Servicios Junta de Atención Primaria. 2019.
  2. Junta de Castilla y León. Estrategia de Atención al Paciente Crónico en Castilla y León. 2014.
  3. Gerencia Regional de Salud. Proceso de Atención a la persona con Pluripatología Crónica Compleja. 2020.
  4. Ministerio de Sanidad, consumo y bienestar social. Criterios de validación clínica del paciente crónico pluripatológico complejo.
  5. Grupo de Trabajo de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC). Documento de consenso ‘Atención al paciente con enfermedades crónicas’.

Fecha de última modificación: 17/10/2021

Actualidad

Atención sanitaria relacionada con la identidad de género

Coincidiendo con el mes del orgullo LGTBQ+, hemos querido realizar una entrada relacionada con el tema. Creemos que es importante que las profesiones sanitarias tengamos unos conocimientos básicos sobre ello, porque como todos, se merecen una atención de calidad. En este caso, nos centraremos en las personas transexuales.

La libre expresión del género es un derecho humano fundamental recogido en varios informes internacionales como los Principios de Yogyakarta (2007) y el informe de Derechos Humanos e Identidad de Género (2009) del Consejo de Europa. Considerar identidades trans como enfermedades mentales u orgánicas supone una vulneración de los DD.HH. y por lo tanto NO deberán ser curadas o suprimidas.

A pesar de que se han hecho avances, varios estudios muestran que a los profesionales sanitarios nos sigue faltando formación sobre la atención a pacientes trans. En muchos casos desconocemos los recursos donde obtener información y se ha visto que NO estamos familiarizados con la terminología trans.

Los resultados mostraron que las prácticas discriminatorias continúan existiendo, marcadas por una falta de sensibilidad y prejuicios: Un 48% de las personas trans se han sentido discriminadas en los ámbitos sanitarios y entre un 30%55% evita o retrasa la consulta por temor.

CONCEPTOS

Por todo lo expuesto anteriormente, vamos a aclarar algunos conceptos, empezando por desglosar las siglas LGTBIQ+

LESBIANAS y GAIS: constituirían las personas homosexuales, es decir, aquellas que sienten una atracción física y emocional por personas con la misma identidad de género.

TRANS: engloba a todas aquellas personas que NO se identifican con el sexo que les asignaron al nacer. Ampara múltiples formas de expresión de la identidad de género como:

  • Travesti: personas que se visten y comportan conforme al sexo contrario, sin pretender una transformación o adaptación de su cuerpo (en contraposición a los transexuales que sí pretenderían esa adaptación) y que se suelen identificar con el género propio.
  • Transgénero: pueden querer o no modificar su cuerpo y cuestionan la necesidad de elegir entre los roles masculinos y femeninos.
  • Transexual: independientemente de si ya ha sido modificado su cuerpo, sienten el deseo de hacerlo para aliviar así su incongruencia.
  • No binarias: ni hombre ni mujer, como el género fluido, en el que no se identifican con una sola identidad de género, sino con la combinación de varias o que cambia según la situación.

BISEXUALES: aquellas personas que sienten atracción física y emocional por personas de ambos sexos.

INTERSEXUALES: aquellas personas que poseen una anatomía reproductiva o sexual que no encaja en las definiciones típicas de masculino y femenino. Genitales ambiguos al nacer, Micropene, Clitoromegalia, Testículos aparentemente no descendidos (que pueden resultar ser ovarios) o Masas labiales/inguinales que pueden resultar ser testículos en niñas.

QUEER (existe controversia acerca de incluirles en el colectivo TRANS o como un grupo aparte): aquellas personas que rechazan ser clasificadas por el género, piensan que este es una mera construcción social.

+: cualquier otra minoría que no se sienta suficientemente identificado con las siglas.

Ahora vamos a explicar otros conceptos que a veces se confunden con facilidad:

SEXO: Condición biológica de la persona: hombre, mujer o intersexual.

GÉNERO: Constructo social, cultural y psicológico que determina el concepto de mujer, de hombre y de otras categorías no binarias o normativas.

ROL DE GÉNERO: Conjunto de normas sociales y de comportamiento percibidas como apropiadas para un determinado género.

EXPRESIÓN DE GÉNERO: imagen que manifiesta externamente cada persona (modo de vestir, corte de pelo, lenguaje corporal, tono de voz, comportamientos). Puede ajustarse a lo que la sociedad entiende por ‘femenino’ o ‘masculino’ o adoptar formas no binarias, denominada andrógina (que combinan los aspectos atribuidos a los dos géneros sin dominancia de ninguno, creando nuevas formas de entender el género). No siempre la expresión de género coincide con la identidad de género sentida.

IDENTIDAD DE GÉNERO: percepción subjetiva en cuanto al propio género, que puede o no coincidir con el asignado al nacer. Es con el que se siente identificada la persona, generalmente se acompañada del deseo de vivir y ser reconocida socialmente como tal y es con el que las demás deben tratarla. Daría lugar a dos grandes grupos:

  • Cisgénero: se identifican con el sexo asignado al nacer.
  • Trans: NO se identifican con el sexo que les asignaron al nacer.

ORIENTACIÓN SEXUAL: atracción física y emocional hacia otra persona. Es independiente de la identidad de género, que no presupone la orientación y viceversa. La clasificación se realizaría en heterosexuales, homosexuales, bisexuales, pansexuales, demisexuales y asexuales.

PERSONAS TRANSEXUALES

Es importante recordar que el término transexual nunca debe utilizarse como sustantivo, siempre como adjetivo precedido de los sustantivos: persona, hombre, mujer, niño o niña, evitando así que la característica se convierta en etiqueta. Se define como “la persona con cuerpo de hombre que se siente mujer o que teniendo cuerpo de mujer se sienta hombre”. En España se estiman 10.000 personas.

  • Hombre transexual: sexo biológico de mujer, identidad de hombre (TMH: Transexual mujer a hombre)
  • Mujer transexual: sexo biológico de hombre, identidad de mujer (THM: Transexual hombre a mujer)

Las personas transexuales tienen necesidades distintas, algunas requieren simple adaptación social y otras necesitan un tratamiento que permita adaptación física al género sentido como propio, a través de la atención sanitaria (cirugía, hormonas, etc.).

En cuanto a la comorbilidad, se ha detectado sobre todo una mayor tasa de problemas de salud mental como depresión, ansiedad, autoagresiones  e ideación, intentos y suicidios consumados.

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TRATAMIENTO

Actualmente, el SNS cuenta con Unidades de Referencia para la atención a las personas transexuales con disforia de género. Su función es el diagnóstico diferencial con otros trastornos y el tratamiento integral por un equipo multidisciplinar.

El tratamiento que se realiza en España sigue el acuerdo internacional de criterios de la WPATH (Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero). Consta de 3 fases conocidas como tríada terapéutica.

  1. DIAGNÓSTICO: Responsabilidad de salud mental, psicólogo o psiquiatra. Se recomienda que se desarrolle en tres meses mínimo, a través de un contacto regular con el profesional. Atenderá criterios DSM-V, donde no se contempla el test de vida real como obligatorio para diagnóstico.

La DSM-V define la Disforia de Género como “marcada incongruencia entre el sexo asignado biológicamente y el que vive/siente, provocando malestar clínicamente significativo o deterioro en la vida social y ocupacional.

El test de vida real o adaptación social al género sentido significa que la persona se relacione en todas las actividades de su vida de acuerdo al sexo deseado y durante todo el tiempo. Este test alerta al clínico de que el sufrimiento que produce el conflicto de identidad resulta tan incapacitante que se ve disminuido cuando se comporta según el género al que dice pertenecer.

2. TERAPIA HORMONAL: Indicado por endocrino tras un informe psiquiátrico («patologizando su realidad”) y el consentimiento informado (de responsable legales si menor de 16 años). Los efectos se comienzan a ver a los 3-6 meses y el máximo puede tardar 2-3 años. Se recomienda seguimiento clínico-analítico cada 3 meses durante el primer año y a continuación, semestral, así como un cese de tabaquismo, reducir alcohol, ejercicio y dieta saludable. En el caso de que hubiera contraindicaciones a la terapia hormonal podría indicarse la cirugía directa.

  • Tratamiento hormonal en adolescentes: conservador, con análogos de la GnRH, y conducta expectante dado que la identidad sexual puede sufrir variaciones. No se debe iniciar en prepuberales puesto que la experimentación de los primeros cambios físicos y la forma de afrontarlos posee valor diagnóstico.
  • Tratamiento hormonal cruzado: En las mujeres transexuales, con estrógenos y en los hombres transexuales, con testosterona. Uno de los efectos adversos más importantes es la posible infertilidad, lo que debe tenerse en cuenta y ofrecer preservar el material genético antes de comenzar.

3. CIRUGÍAS DE REASIGNACIÓN SEXUAL: Llevadas a cabo por cirugía plástica, ginecología y urología. Es necesario ser mayor de 18 años y llevar 1 año de tratamiento hormonal continuo y viviendo en el rol de género opuesto.

ATENCIÓN PRIMARIA

Constituye la puerta de entrada al SNS y desempeñamos un papel fundamental en la coordinación y continuidad de la asistencia. Deberemos:

1. Valoración clínica completa (biopsicosocial) e individualizada (medicina, enfermería y trabajo social).

2. Informar, orientar y derivar a salud mental si precisa.

3. Seguimiento y acompañamiento, resolviendo todos los problemas que vayan surgiendo en el ámbito físico, psíquico y social. Realizando una escucha activa y brindando cercanía y accesibilidad.

Además, deberemos prestar especial atención a la etapa de la infancia y adolescencia, evitando un lenguaje patologizante o estigmatizante y normalizando la situación (si no se le respeta se estarán vulnerando sus derechos y actuando en contra de la ley vigente de protección a la infancia). El apoyo a los padres será también fundamental durante las primeras fases, ayudándoles a comprender la realidad de sus hijos. Deben recibir información de las posibilidades médicas y participar en la toma de decisiones.

Imagen obtenida de FELGTB
Imagen obtenida de FELGTB

BIBLIOGRAFÍA:

  • Protocolo de atención sanitaria relacionada con la identidad de género en castilla y león. Sanidad de Castilla y León. (SACYL). Junta de Castilla y León.
  • Protocolo de atención a las personas transexuales en el servicio cántabro de salud. Servicio Cántabro de Salud (SCS). Gobierno de Cantabria 2018.
  • Guía de información sobre atención sanitaria a las personas transexuales. Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA). Junta de Andalucía 2018.
  • Grupo de Trabajo para el abordaje integral de la atención a personas transexuales.  Guía de atención integral a las personas transexuales. Actuaciones recomendadas desde los ámbitos educativo, social y sanitario. Gobierno Vasco 2016.
  • Hurtado-Murillo F. Disforia de género en infancia y adolescencia: Guía de práctica clínica. Rev Esp Endocrinol Pediatr 2015; 6: 45-52.
  • García-Acosta JM; Castro-Peraza ME; Arias-Rodríguez MA et al. Atención sanitaria trans* competente, situación actual y retos futuros. Revisión de la literatura. Rev eglobal 2019; 56: 529-541.
  • Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales. https://felgtb.org/

Fecha de última modificación: 24/06/2021

Actualidad

EJERCICIOS DE KEGEL; FORTALECE EL SUELO PÉLVICO

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina que se suele relacionar con el envejecimiento. Sin embargo, una de cada tres mujeres de edades más tempranas la sufren, afectando así a su calidad de vida. A pesar­­­­ de ser muy frecuente, sigue siendo un tema tabú en la sociedad. Desde atención primaria es interesante preguntar por ello, informar, normalizar la situación y hacer ver que es un problema que puede tener fácil solución.


El tracto urinario inferior incluye la vejiga y la uretra, las cuales están sostenidas por el suelo pélvico o periné, un conjunto de músculos, fascia y ligamentos (mantienen también en suspensión otros órganos abdomino-pélvicos como el útero y el recto). Estos evitan la fuga de orina y heces y si no funcionan adecuadamente se pueden desarrollar trastornos, por eso, es importante que mantengan la fuerza y el tono necesarios. Cuando se debilitan pueden producirse prolapsos, incontinencia y también problemas sexuales. 


¿Cuáles son las causas?

La incontinencia puede ser repentina y desaparecer después de un período corto, o permanecer en el tiempo. Existen varios factores que pueden precipitarla o agravarla:

  • Genética: algunas mujeres nacen con una musculatura del suelo pélvico más débil o que tiende más a debilitarse.
  • Embarazo: las hormonas producidas durante el embarazo y el aumento de peso, a medida que avanza la gestación, pueden alterar la capacidad del suelo pélvico para contener la orina.
  • Parto: el descenso de cabeza del bebé hasta alcanzar la vagina causa un máximo estiramiento de la musculatura del suelo pélvico, quedando en algunas ocasiones, más laxa de forma permanente.
  • Menopausia: los cambios hormonales pueden afectar también.
  • Cirugía ginecológica: intervenciones, como la extirpación del útero (histerectomía), o tratamientos, como la radioterapia, pueden alterar los nervios o las estructuras anatómicas.
  • Sobrepeso: el exceso de peso y la obesidad aumentan la presión dentro del abdomen y, por tanto, sobre la vejiga.
  • Estreñimiento: el sobreesfuerzo abdominal para conseguir evacuar las heces distiende la musculatura del suelo pélvico, debilitándola.
  • Tabaco: fumar favorece la aparición de tos crónica que, a su vez, provoca un aumento de la presión abdominal.
  • Trastornos cerebrales y nerviosos.
  • Esfuerzos físicos: como los que se hacen al practicar deportes de impacto (baloncesto, tenis, atletismo, aeróbic, etc.), pesas o flexiones, que aumentan la presión en el abdomen.
  • Música: tocar instrumentos de viento o practicar canto.
  • Beber demasiado: más de 1,5 litros de líquidos al día puede empeorar la incontinencia.
  • Estimular la vejiga tomando bebidas con cafeína, alcohólicas o gaseosas. Esto estimula excesivamente la vejiga y aumenta las ganas de ir al baño.
  • Enfermedades respiratorias (alergias, asma) pueden agravar el problema por la tos o los estornudos.
  • Aguantarse las ganas de orinar de forma persistente.

¿Cuáles son los tipos más frecuentes?

  • Incontinencia urinaria de esfuerzo: al realizar un esfuerzo (reír, estornudar, ejercicio físico, coger peso o ponerse de pie), aumenta la presión en el abdomen y la vejiga, y la orina sale de forma involuntaria. El escape puede ser desde unas gotas a un chorro. Es la más frecuente en mujeres y la que mejor responde a los ejercicios de Kegel.
  • Incontinencia urinaria de urgencia: ganas repentinas de orinar (aunque tengas poca orina en la vejiga) sin poder retenerla antes de llegar al baño (vejiga hiperactiva). Las mujeres con incontinencia urinaria de urgencia orinan más veces, tanto de día como de noche.
  • Incontinencia urinaria mixta: presenta síntomas de ambas.

¿Cómo fortalecer el suelo pélvico?

Los ejercicios de Kegel fomentan que se contraiga de forma voluntaria esta musculatura. Para ello, previamente se ha de educar al paciente en la anatomía más básica, el funcionamiento de la misma y después, cómo realizarlos. Este procedimiento lo ideó el ginecobstetra norteamericano Arnold Kegel, en la década de 1940, para ayudar a las mujeres a recuperar el control urinario y la función sexual después del parto, pero el entrenamiento regular es beneficioso y saludable en todo el proceso del ciclo vital, no solo como tratamiento sino también como prevención.

Los profesionales de enfermería de atención primaria desempeñamos un importante papel a la hora de detectar y prevenir estos trastornos, a través de la educación para la salud. Se ha de comenzar en edades tempranas porque todas las mujeres pueden sufrir alteraciones.

Imagen obtenida de Freepik.

Pasos para los ejercicios de Kegel:

1. Localizar los músculos del suelo pélvico: para ello, cortaremos el chorro durante la micción (realizar de manera puntual para aprender, hacerlo de forma rutinaria podría causar el efecto contrario, debilitándolos o incluso causar daño en la vejiga y riñones). Otra manera es contraer los músculos del esfínter anal como si se estuvieran conteniendo gases, imaginar estar sentada sobre una canica e intentar cogerla con la vagina o que vas a tener una pérdida menstrual y no llevas compresa, por lo que aprietas para retener el flujo

2. Repeticiones lentas: El objetivo es realizar los ejercicios apretando 10 segundos. Relajar y repetir 10 veces. Si los músculos se cansan antes (algo que es normal al inicio) se puede comenzar por 3-4 segundos y después de un tiempo realizándolos, ir subiendo progresivamente

3. Repeticiones rápidas: Apretar y soltar tan rápido como sea posible, repitiendo 10 veces. 2 segundos de contracción

4. Reeducación: Se coloca una mano sobre el abdomen, bajo el ombligo, y se contrae el suelo pélvico mientras se tose, manteniendo la contracción. Es importante que la mano del abdomen no sea empujada hacia fuera. Debe convertirse en un hábito en determinados esfuerzos de la vida diaria (como la tos, estornudos, levantar peso, saltos, etc.) para actuar como protección del suelo pélvico en estas situaciones. Cuanto más se practique, más fácilmente se convertirá en una acción automática.

5. Ayudas externas: Se pueden hacer ejercicios usando pesas especiales. Colocar a modo de tampón, dejando el hilo fuera y retener unos 15-20 minutos, una o dos veces al día (se debe comenzar con 5 minutos e ir aumentando progresivamente). Mientras tanto, se ha de caminar o realizar las actividades de la vida diaria. Presenta ventajas como la asegurar que la contracción se la correcta, ofrece buenos resultados en poco tiempo y su uso es muy sencillo.

  • Bolas chinas: se debe comenzar con una y posteriormente ya introducir las dos.
  • Conos vaginales: se debe comenzar con el más ligero e ir cambiando hasta llegar al de mayor peso que se pueda retener.

Cosas a tener en cuenta:

  • Previamente cerciorarse de que la vejiga está vacía.
  • Como confirmación de que son los músculos correctos, se puede introducir un dedo en la vagina y contraer, sintiendo cómo aprieta el dedo y se eleva. Los muslos, glúteos y abdomen deben permanecer relajados. Se puede colocar una mano en el abdomen para comprobar que no se contrae.
  • No aguantar la respiración, respirar con normalidad o tratar de coordinar los ejercicios con la misma (inhalar profundo y al exhalar lentamente, contraer, y al inhalar de nuevo, liberar la contracción).
  • Resto del cuerpo relajado.
  • Es muy importante que se relaje el suelo completamente entre cada contracción.
  • El tiempo de relajación es el doble que el de contracción.
  • Si siente dolor cuando hace los ejercicios de Kegel, deje de hacerlos de inmediato. Los ejercicios de Kegel no son dañinos, pero no son adecuados para todas las personas. Cuando se hacen correctamente, la mayoría de las personas los encuentran relajantes, si siente dolor postejercicio, puede que no los esté realizando correctamente.
  • Es muy importante el grado de cumplimiento. Deben realizarse de 5 a 7 días a la semana, tres o cuatro veces distribuidas y para que sean efectivos, al menos durante 3 meses. Pueden pasar varios meses hasta que la incontinencia disminuya y si se dejan de realizar, es posible que el problema retorne, por lo que en muchos casos, su práctica es de por vida. Después de 6 semanas de ejercicio regular, muchas mujeres informan mayor sensibilidad genital y aumento de tono muscular. Además, son útiles si las relaciones sexuales son dolorosas o se ha visto disminuida la sensibilidad, dificultando la estimulación.
  • Se pueden realizar en cualquier momento, sentado, acostado, de pie, a cuatro patas e incluso durante algunas actividades cotidianas como ver la televisión, paseando, en el ascensor, cocinando… Ir cambiando de posición favorece la calidad del ejercicio realizado. Sin embargo, para aprender, es mejor tumbado y en un ambiente tranquilo, favoreciendo una mayor concentración.
  • Aunque nos hemos centrado en las mujeres (ya que son las que sufren un mayor deterioro de la musculatura del suelo pélvico), estos ejercicios se pueden utilizar como opción terapéutica también en hombres y en la incontinencia fecal.

BIBLIOGRAFÍA:

Giménez Serrano S, Piera Fernández M. Incontinencia urinaria de la mujer. Elsevier. 2019. https://www.fisterra.com/ayuda-en-consulta/informacion-para-pacientes/incontinencia-urinaria-mujer

MEDLINE https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000141.htm

NIH https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-urologicas/consejos-ejercicios-kegel

UBE (urología basada en la evidencia) https://urologiabe.com/2017/06/04/ejercicios-de-kegel-que-son-y-como-se-hacen/

EDUBLOG https://enfermeriauva.blogspot.com/2016/12/ejercicios-de-kegel.html

Ejercicios del Suelo pélvico. Servicio Andaluz de Salud.

Manciles Marin I, Lizarreta Egaña P, Esnal Lasarte O, Múgica Samperio C. Rehabilitación del suelo pélvico. Hospital Universitario de Cruces. Osakideta.

Juárez Jiménez MªV, De La Cruz Villamayor JA , Baena Bravo AJ. Puntos clave en los ejercicios de Kegel. Med fam Andal. 2018; Vol 19(1): 53-58.

Redondo Limiñana L, Gallardo Bayón C, Lorenzo Urbina C. Manual sobre incontinencia urinaria. SCA-TENA. Avalado por la Asociación Española de Urología.

Fecha de última modificación: 11/04/2021

Actualidad

ADICCIONES SIN SUSTANCIA: Uso problemático de las TIC

Uno de los pilares fundamentales de la Atención Primaria es la prevención y para ello, es necesario conocer bien el problema que se quiere evitar. En este post hablaremos de un tema que a pesar de ser muy actual y que afecta a personas de todas las edades, aún no es muy reconocido.

En los últimos años, el concepto de adicción que se relacionaba esencialmente al alcohol y drogas, se ha visto ampliado a la ludopatía, las compras, el gimnasio o las distintas formas de dependencia de Internet y nuevas tecnologías, entre otras. Es cierto que las primeras continúan siendo la principal preocupación y a las que más esfuerzos se le han dedicado, pero la capacidad adictiva del ser humano va más allá de las drogodependencias, abarcando una amplia gama de conductas que se están viendo incrementadas, provocando diversos daños en la sociedad.

Toda conducta es susceptible de convertirse en adicción, sin ser necesariamente ofensiva por sí misma, dependiendo de la frecuencia, intensidad o tiempo invertido en ella. La adicción “sin sustancia” también se conoce como adicción “no química”, “comportamental”, “de conducta”, etc. Debido a que se trata de un campo muy amplio, complejo y aún poco conocido, no resulta fácil su definición ni establecer el límite entre lo normal, lo excesivo o patológico. Es un tipo de adicción en la cual se da una pérdida de control de una determinada conducta, que se realiza de forma repetida y produce un daño significativo a pesar del cual, la persona no reduce su acción. Tiene como característica, igual que las adicciones con sustancia, la dependencia, la tolerancia, el síndrome de abstinencia y la interferencia grave en la vida cotidiana de la persona.

DEPENDENCIA: incapacidad de parar de realizar una conducta a pesar de que haya sufrimiento físico/psíquico y se convierte en la actividad central de la vida diaria. Presenta:

  • TOLERANCIA necesidad de aumentar la “dosis” para obtener el efecto deseado.
  • ABSTINENCIA efectos negativos físicos o psicológicos que se dan ante la imposibilidad de realizar la conducta.

Hay que saber diferenciar entre adicción y consumo excesivo o abuso, donde no existe dependencia, tolerancia ni abstinencia. El término “adictivo” es muy común utilizarlo hoy en día en el lenguaje cotidiano, sin que en muchos casos reflejen su verdadero significado.  Para que una conducta pueda ser considerada como una adicción, deben darse estas circunstancias:

  1. Fuerte deseo o sentimiento de compulsión para llevar a cabo la conducta (especialmente cuando la oportunidad de ejecutarla no está disponible).
  2. Capacidad deteriorada para controlar la conducta (su comienzo, mantenimiento o nivel en el que ocurre).
  3. Malestar y angustia emocional cuando no puede realizar esa conducta o la deja de hacer.
  4. Persistir con la conducta a pesar de la clara evidencia de que produce graves problemas.

Existen una serie de factores predisponentes:

  • Impulsividad
  • Autoestima baja e inseguridad
  • Carencia de afecto
  • Pobreza de relaciones sociales o fobia social
  • Abuso de drogas

Evolución de la conducta:

ETAPA INICIAL

  • Produce placer.
  • Hay un aumento de los pensamientos referidos a ella en los momentos en los que no se está realizando.
  • Cada vez se hace más frecuente y comienza a descuidar aspectos importantes en su vida como estudio/trabajo, familia/amigos, cuidado personal (alimentación y sueño).
  • Se experimenta un deseo intenso y repetitivo de llevar a cabo la conducta, con expectativas muy altas.

ETAPA INTERMEDIA

  • El sujeto tiende a quitar importancia al interés suscitado en él por la conducta (mecanismo de negación).
  • Se mantiene a pesar de las consecuencias negativas crecientes y trata de ignorarlas.
  • Hay una justificación personal y un intento de convencimiento a los demás.
  • A medida que los efectos adversos se acentúan, el sujeto comienza a tomar consciencia de la realidad y a realizar intentos (habitualmente fallidos) de controlar la conducta por sí mismo.

ETAPA AVANZADA

  • Lo que mantiene ahora la conducta no es ya el efecto placentero, sino el alivio del malestar que cada vez es de menor intensidad y más corto.
  • La capacidad de afrontar las emociones negativas y las frustraciones cotidianas se debilita y el comportamiento adictivo se convierte en la única vía para hacer frente al estrés.
  • Aparece irritabilidad, actitud violenta, aislamiento y mentiras, acompañados de sentimiento de culpa e intenso sufrimiento psíquico.
  • Situación insostenible: “toca fondo”, lo que normalmente precede al inicio de la salida del problema al permitir a la persona reconocer su magnitud y aceptar/pedir ayuda.

Abuso de las TIC

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Internet ha tenido un crecimiento exponencial en pocos años, convirtiéndose en un fenómeno que ha transformado a toda la sociedad. Hoy cientos de millones de personas lo usan a diario en su trabajo, en la educación, en las redes sociales, en el acceso a información, etc. Su uso tiene aspectos positivos y negativos. La adicción a las nuevas tecnologías ha sido señalada por varios autores como un problema clínico emergente que se inicia a edades muy tempranas y que se asocia a múltiples alteraciones de la salud, como disminución del tiempo de sueño, trastornos obsesivos y de ansiedad o problemas de conducta y disminución del comportamiento prosocial (aislamiento). En España, el 21% de los jóvenes entre 10 y 25 años sufre trastornos del comportamiento por culpa de ello.

Los estudios muestran que la adicción podría estar relacionada con el estrés excesivo al que nos vemos sometidos diariamente. Esta situación produce la necesidad de obtener momentos de relajación y olvidar los problemas cotidianos, supone un refugio, y lo conseguimos mediante distractores que nos proporcionan placer inmediato, dando lugar a una fuerte capacidad adictiva. Por otro lado, también se vería influida por la facilidad de acceso, siendo además la edad a la que se tiene el primer dispositivo electrónico, muy baja. Parte del problema nace en la familia porque desde pequeños ofrecen un aparato tecnológico para que coman o para tranquilizarles de una rabieta. Eso supone enseñar al niño a regular sus emociones a través del mismo.

Es un fenómeno que se da sobre todo en adolescentes o en personas jóvenes, debido a que es la etapa de la vida donde se produce la mayor crisis de evolución. Se suele clasificar en 4 categorías:

  1. La adicción cibersexual: pornografía online, que son las páginas más vistas en Internet
  2. Las ciber-relaciones: através de chat, sistemas de mensajería instantánea y redes sociales (ej., Facebook, Instagram o Twitter), o los nuevos sistemas de conexión directa (ej., Skype, WhatsApp, Line, etc.), sobre todo por móvil.
  3. Compulsiones en la red: especialmente el juego o las compras.                                               
  4. Sobrecarga de información: navegación excesiva por la red, dedicando una cantidad de tiempo desproporcionado a buscar, recoger y organizar la información. Nunca tienen información suficiente. No saben dónde está el límite.

Desde que en el año 2013 se reconociese, en la 5ª versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), que las adicciones conductuales son un trastorno mental, se han conseguido pequeños avances. No obstante, este cambio afecta únicamente al juego patológico y deja fuera al uso problemático de internet o videojuegos (aunque se incluye en el apéndice para su estudio y posible incorporación en una versión futura). Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sí que incluyó el trastorno por videojuegos como enfermedad mental en su Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-11).

Ante estas nuevas adicciones los tratamientos son especialmente complejos puesto que en el mundo actual es imposible aislarse de las nuevas tecnologías, que prácticamente nos rodean. El éxito para superarlas no está en abandonar el uso sino en aprender a utilizarlo de manera no perjudicial, gestionar el tiempo de ocio y las emociones. Para ello, además de la ayuda de profesionales, se necesita el apoyo del entorno más cercano. En cualquier caso, la prevención sería el punto más importante.

Herramientas desde Atención Primaria

Ante la preocupación que suscitan los datos, el Gobierno de España aprobó la nueva Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024, en la que se incluyen por primera vez la atención integral y coordinada a este tipo de trastorno. Asimismo, asociaciones como Proyecto hombre, han incluido un programa con el objetivo de frenar el problema.

Por otro lado, la Cartera de Servicios de Atención Primaria de Castilla y León, en la sección de promoción y prevención de la salud, ha dedicado un apartado al uso y abuso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC). En él, se centra en la detección precoz de este tipo de trastornos y propone una serie de herramientas para conseguirlo:

CONOCER LAS SEÑALES DE ALARMA:

  • Privarse de sueño (<5 horas) para estar conectado a la red, a la que se dedica unos tiempos de conexión anormalmente altos.
  • Descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relaciones sociales, el estudio/trabajo o el cuidado de la salud.
  • Recibir quejas en relación con el uso de la red de alguien cercano.
  • Pensar en la red constantemente, incluso cuando no se está conectado a ella y sentirse irritado excesivamente cuando la conexión falla o resulta muy lenta.
  • Intentar limitar el tiempo de conexión, pero sin conseguirlo, y perder la noción del tiempo.
  • Mentir sobre el tiempo real que se está conectado o jugando a un videojuego.
  • Aislarse socialmente y mostrarse irritable.
  • Sentir una euforia y activación anómalas cuando se está delante del aparato.

CUESTIONARIO VIDEOJUEGOS:

Imagen obtenida de la Cartera de Servicios de AP de SACYL.

ESCALA CIUS (COMPULSIVE INTERNET USE SCALE):

Imagen obtenida de la Cartera de Servicios de AP de SACYL.

BIBLIOGRAFÍA:

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http://www.fad.es

http://www.enmentepsicólogos.com

http://www.madridsalud.es

http://www.intramed.es

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Rial Boubeta A, García-Couceiro N. Alcohol y adicciones con y sin sustancias. Herramientas de detección. AEPap. Madrid. 2020; Lúa Ediciones 3.0: p. 41-53.

Nuevas formas de adicción y patrones de consumo. Asociación Dianova España. 2018; nº 34.

Rodríguez Molinero L. Adicciones sin sustancia (química) en adolescentes. Historia de las adicciones. ADOLESCERE. 2020; Vol VIII (2).

Cartera de Servicios de Atención Primaria. SACYL. 2019.

Fecha de última modificación: 17/01/2021